Este es un movimiento naciente y decidido de la trujillanía frente a los que horadan nuestros vínculos para convertirlos en esclavos.
Venimos del lugar plural de los desencuentros. Cada ciclo de cambios ha sido lanzado por la borda y termina como quincalla de almas huecas y presumidas que, habiendo estado por largo tiempo en las altas esferas del poder y de la burocracia, vienen como si nada a burlarse de nuestras esperanzas.
Somos hijos del pueblo y en muchos de nosotros un nuevo amanecer es el mejor atractivo para desafiar la burda jugada de maquinarias electorales y saqueos planificados en nombre de banderas derruidas por la deshonra y el deshonor.
Este movimiento es hilo invisible de los sentimientos y de la buena política para tejer el gran patio de la reunión. Incluso siendo bruscos como el relámpago, aprovechamos este instante de luz para encender la gran lámpara interior que nos permita reconocernos y transitar hacia el encuentro que, no sin dificultades, nos permita, entre otras cosas, trujillanizar a Trujillo y venezolanizar a Venezuela.
Recuperando una vieja consigna venida de abril de 1810, «Cuando el pueblo quiere, el pueblo puede», sumando desafíos, gestos, contribuciones, abriendo los ojos y ojeando las claves venidas de los cuatro vientos y con las mejores armas de nuestro honor, podemos y debemos convertir las Elecciones Regionales, con la candidaturas del profesor Juancho Barreto y sus acompañantes en un Acto para reivindicarnos como pueblo, reafirmar nuestra unidad creadora para escribir una nueva página de nuestra historia en esta jornada junto al digno Partido Comunista de Venezuela (PCV).
Este es un acuerdo entre nosotros para de varias formas detener a los piratas invasores, cerrar la crisis que nos aqueja y comenzar a hilar y hacer un Trujillo Libre en una Venezuela Soberana.
Firmamos este Tratado de la Dignidad: (Siguen las firmas en reserva)…
inyoinyo@gmail.com