CARTAS | La Verdad

Por: Juan(cho) José Barreto González

Es mentira que atentaron contra el señor presidente, todo eso es una farsa. En las extintas colas bancarias se escuchan opiniones por doquier. Cómo vas a decir eso, eso es verdad, la purísima verdad, eso fue un atentado terrorista no solo contra el presidente sino contra toda Venezuela. Estaban uno frente al otro como en un antiguo duelo hasta que uno de ellos me mira y desenfunda esta pregunta ¿Profesor y Usted qué opina? Mientras, el otro vaquero roza con su mano izquierda su potente codo 45 grados del brazo derecho. Voy a hacerles una proposición muy simple mis amigos. Usted dice es mentira y Usted dice es Verdad, pues bien, demuestren con argumentos lo uno y lo otro. Ninguno de los dos pudo hacerlo, así como le entregamos nuestro dinero a los bancos, les hemos entregado a otros nuestra capacidad de decir y decidir. La comunicación es la guerra para imponer una verdad sobre la realidad, una verdad construida no sobre los hechos sino sobre intereses previos. La atestación, la testificación de un testigo, no existe o es manipulada.

La crisis de la verdad copa el escenario que debería ocupar el atestado, el testigo. Esta crisis es de libre flujo porque cada quien quiere adueñarse de la verdad para decir “realmente” lo que pasó. Frente al libre flujo de la información debe generarse una ética para valorar el libre flujo de la interpretación.

En la carta anterior hablaba de la frontera como territorios oscuros donde existe una vieja nueva guerra por el control de los caminos. Es elemental como resultas que los pueblos atestigüemos el fracaso de aquellos proyectos que de uno y otro lado manipulan la verdad histórica para justificar sus fracasos y convertirnos en franquicias empresariales de guerra entre nosotros. La cotidianidad se ha vuelto agresiva y es convulsiva la manipulación bipolar. Debemos romper todas las amarras, desatar los miedos y auspiciar una doble apropiación, la de nuestras vidas y de nuestro territorio humano.

Les dejo por acá las primeras palabras de mi libro Casa doble (2020) para asociar esta doble apropiación con la reconstrucción de la casa: Queremos ser sinceros en la evaluación interna de nuestra casa, de los daños que le hemos proferido. Para curarla debemos juntar a los mejores albañiles teniendo mucho cuidado con la actuación de los chapuceros. Los instrumentos para la reconstrucción de la casa tendrán que ver con los aperos de nuestra cultura, de nuestra memoria y de nuestra iniciativa hecha comunidad. Los cañones de la piratería internacional apuntan sus satélites a los fortines y a los muros esenciales de esta casa. Deberemos resolver si somos colonia o república…

inyoinyo@gmail.com

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