Entre Usted y Yo se está configurando un Trato. Sabes, escribo estas Cartas para mantener avivada la llama de la palabra comprometida entendida como un cordón umbilical que nos mantiene conectados «con un lugar primario» donde habita lo humano creativo y libre. Ambos sabemos, es el lugar donde decidimos ser, tratamos de ser, nos empeñamos ser.
Nuestra palabra está comprometida con este trato, es decir, está asociada con este lugar primario para la cercanía de lo que queremos ser. Este trato es acción y búsqueda, es intento cotidiano e invención para habitar este lugar desde la existencia profunda, es decir, la vida como trascendencia o mejor lugar para existir compartiendo y no para el mero existir utilitario de un ser que no le importa la existencia profunda, la asociación o el choque con fuerzas superiores. Es un trato para preocuparnos y ocuparnos de la existencia, su destino y su tragedia.
Me considero un promotor de la conversación por encima de cualquier discurso ideológico. La ideología, lo digo sin inconvenientes, nos esclaviza a una fuerza superior, nos hace unos superfluos dependientes de un amo con el poder de amoldarnos a sus movimientos o de sacarnos, expulsarnos de sus espacios. Este es el principio de la cultura del ataque o del sometimiento, logra de distintas formas integrarnos o desintegrarnos a una visión o fuerza superior.
Por todo esto, quiero llamar «lugar primario» a la posibilidad de encontrarnos en el lugar que nos permita (nos permitamos) internalizar el conflicto humano de y por la existencia desde nuestras capacidades e incapacidades de nuestra conciencia alrededor de la existencia misma. Esto nos permitiría entender el conflicto de la existencia humana y comprender cómo ser de un lado contra otro garantiza la permanencia de una cultura del poder y del espectáculo capaz de jugar con nuestro destino, manipularlo y moverlo a lugares del deseo promovidos por esa cultura.
Mire Usted la televisión o las redes sociales, estudiemos algunas bases psíquicas de las religiones, empresas, partidos o gobiernos, veamos un rato la casa del vecino o nuestra propia casa y nos daremos cuenta cuán lejos o cerca estamos amoldados a este conflicto recurrente de la existencia humana.
A un «Messenger» que «me dice» «Esta situación es horrible y este gobierno es atroz» respondo que «Debemos enfrentar la tragedia, no sólo sufrirla». De vuelta recibo un segundo mensaje, «Bueno se sufre cuando no tienes para completar la comida» y envío de vuelta «Se sufre porque lo humano sufre, porque domina el sufrimiento. No sólo a ti y a mí nos pasa, nos pasa a muchos».
Entre Usted y Yo debemos lograr comprender el lugar primario como la reunión del mundo y sus conflictos superiores a cada individuo. Un lenguaje de la suma, de la súmala de lo humano y de nuestra preocupación por la existencia es una necesidad…
inyoinyo@gmail.com