Carrasco: “El apoyo de mis compañeros ha sido genial”

 

Después de haber sido diagnosticado con cáncer en la sangre, Carlos “Cookie” Carrasco nos ha regalado una de las más emotivas escenas de la temporada con su regreso a la MLB con los Indios de Cleveland. La imagen no podría ser más emotiva: fans, peloteros, todos de pie en el Tropicana Field para dar la bienvenida con un prolongado aplauso al Cookie Carrasco.

El lanzador venezolano agradeció a sus compañeros por el soporte que han sido para él desde que fue diagnosticado con leucemia mieloide crónica, en mayo, y recibió palabras de afecto este domingo, luego de hacer su primera presentación en las Grandes Ligas e incluso escuchar los aplausos de sus rivales, en el Tropicana Field. “Incluso el otro equipo salió”, comentó conmovido el pitcher de los Indios de Cleveland, que durante poco más de una semana se preparó como relevista en las Ligas Menores, a la espera de este momento. “Fue genial. Mis compañeros de equipo me han apoyado desde el primer día. Es increíble”.

 

Un inning sin problemas

 

Carrasco fue llamado a la acción con los Rays de Tampa Bay en ventaja de tres carreras, en el octavo inning. Era una situación de baja presión, perfecta para su reaparición. No actuaba en las Mayores desde el 30 de mayo y desde entonces tuvo que vivir una montaña rusa de emociones, miedos y determinación, mientras se sometía a tratamiento contra la enfermedad.

El cátcher Kevin Plawecki se paró a su lado durante la entonación del Dios bendiga América, que suele escucharse después de concluido el séptimo tramo, y después de calentar el brazo recibió la inesperada visita del campocorto Francisco Lindor, que habló con él durante algunos segundos. “Me dijo: Bienvenido de nuevo, Cookie. Este eres tú. Este eres tú, aquí mismo.

Estamos detrás de ti. Solo lanza la pelota”. Los peloteros contrarios salieron de la cueva al ser presentado Carrasco y centenares de aficionados acompañaron el gesto con sus palmas, en señal de admiración. El serpentinero nacido en Barquisimeto admitió que por momentos se sintió abrumado por los sentimientos. “Era mucho en qué pensar”, relató a una agencia internacional y otros medios de comunicación. “Traté de mantener el juego allí, sin que aumentara la diferencia, aunque al final permití una carrera”. Laboró un inning y aceptó dos imparables, incluido un sencillo productor de Travis d’Arnaud.

 

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