La primera temporada de vacaciones este año, correspondientes a Carnavales 2018, cerró en el estado Trujillo con diez fallecidos entre homicidios y accidentes de tránsito, además de suicidio, incidente y presunto fallecimiento a causa de difteria en el municipio Andrés Bello
Por cinco días consecutivos la mayoría de los trujillanos disfrutaron de los placeres del Carnaval 2018, que cerró con la cifra de diez muertes trágicas entre homicidios y accidentes de tránsito, que ocuparon los primeros lugares de las cifras rojas.
Desde el viernes 9 de febrero y hasta el martes 13, cinco personas fueron víctimas de asesinato en la región trujillana. Inició la lista de tragedias Javier Salcedo Chasay, de 20 años de edad, tiroteado en el municipio Motatán y los interesados en acabar con su vida al parecer se enteraron que había salido airoso del ataque y sin ninguna compasión ni temor se metieron al Ivss de Valera a matarlo.
La situación nunca antes vivida en el Hospital Juan Motezuma Ginnari de La Beatriz dejó la marca del terror para los que allí se encontraban; puesto que a Javier lo arrojaron de la cama donde permanecía lesionado y de múltiples puñaladas le quitaron la vida.
Otro asesinato que amargó la temporada de fiesta ocurrió en el municipio Candelaria, donde sujetos desconocidos se metieron a la casa de Gustavo Antonio Fajardo de 42 años y le quitaron la vida frente a su familia.
El domingo 11 de febrero, en el sector Las Mulas de la parroquia Chejendé, Gustavo Antonio Fajardo estaba con su esposa y tres de sus cuatro hijos, cuando llegaron los hombres y le dispararon hasta dejarlo tirado en el piso. Era un agricultor y ordeñador de vacas y no saben quién pudo ocasionarle la muerte de esa manera.
La tragedia familiar con los primos hermanos Montilla Montilla en Peña de Niquitao se convirtió en el hecho de sangre más traumático en lo que va de año, en Boconó y todo el estado. Una presunta disputa por tierras en medio de bebidas alcohólicas hizo que perdieran la razón y la discusión se saliera de control hasta que hubo puñaladas, tiros y pedradas dejando muertos a José Fernando Montilla Montilla, de 39 años y Manuel David Montilla Montilla, de 23 años.
También en Boconó hallaron en estado de descomposición a Juvenal Ramírez de 78 años de edad, pero al parecer se trató de muerte por infarto y por ello lo encontraron en zona boscosa cerca de su casa, tres días después.
Con relación a los accidentes de tránsito fueron pocos los hechos viales con lesionados en la entidad trujillana, posiblemente por la poca afluencia de conductores ante los inconvenientes con repuestos y alto costo de pasajes interurbanos. Pero los dos fallecidos por hechos viales ocurrieron en el municipio Carache: Oscar Darío Domínguez (26) embestido por vehículo en el sector Quebrada de Agua, parroquia La Concepción y el segundo ocurrió en Loma de San Juan, zona agrícola de la capital carachera, donde fue víctima el agricultor Irving Alfonso Delgado Rodríguez (30), al volcarse la camioneta donde se desplazaba.
Otro evento trágico que forma parte de la lista roja del carnaval este año fue el incidente que sufrió Cloroaldo Rondón de 57 años, quien al parecer se ofreció a ayudar en la construcción de una escuela en la comuna 13 de abril de Pampanito, pero al parecer perdió el equilibrio y cayó de la platabanda. Aunque lo condujeron al Hospital José Gregorio Hernández de Trujillo falleció minutos después debido al trauma de cráneo y otras extremidades.
En el municipio Escuque se produjo el segundo suicidio del mes de febrero y el único por la festividad carnestolenda, la víctima quedó identificada como Benito Rosales de 86 años, quien se ahorcó dentro de su casa en La Loma.
Otro caso que enlutó a familia trujillana del municipio Pampanito fue la muerte en presunto enfrentamiento con PoliCarabobo, de Ángelo Briceño Colmenares de 19 años, ocurrida en Valencia, pero como su familia era pampanitense efectuaron el sepelio en esa jurisdicción el 11 de febrero.
Enfermedad
Con relación a la enfermedad contagiosa denominada difteria, se reportó la muerte de Francisco Terán de 59 años, procedente de Santa Isabel, municipio Andrés Bello. La víctima presentó malestar una semana antes de su muerte, ocurrida el pasado 12 de febrero en el Hospital Pedro Emilio Carrillo y aunque no hubo un reporte médico oficial sobre el diagnóstico, indicando difteria, los allegados de la víctima sí tenían la certeza e hicieron público el hecho por considerarlo grave y no se ha tomado en cuenta el riesgo existente