El humanista Carlos Vignolo, investigador social y pensador en torno a la crisis societal que afecta el orbe, sustenta que son inaplazables cambios en la manera de enfocar las soluciones a la creciente banalización que se percibe en el mundo actual, donde lo intrascendente marca el ritmo político, social, cultural y económico.
Vignolo profundiza al insistir que es imprescindible cambiar, transformar mediante la educación hasta el modelo de criar a las venideras generaciones; necesitamos ir hasta las raíces del asunto; desde el embarazo, el proceso de gestación para que el niño que viene en camino sea un ser más espiritual, amoroso, no violento, amante del pacifismo, más cercano a conversar acerca de la cultura del entendimiento, de la concordia y la tolerancia.
Necesitamos personas no violentas, que no glorifiquen lo irracional, lo grotesco, lo peor que tiene el ser humano, sino ver el lado creador, lo hermoso que es vivir compartiendo, siendo solidario; es preciso educar para el bien común, para ser útiles a nuestros semejantes.
En este aspecto, el lenguaje a utilizar juega un rol primordial, el respeto en el uso de la palabra es vital, a nuestro juicio, para que se produzca una comunión de sentimientos, una bella comunicación entre dos personas; para lograr este propósito, debemos actuar con sumo respeto con el otro, solo así podemos aspirar al éxito.
Las prendasdicas del doctor Vignolo tienen asideros ante la crisis ecológica que corroe al mundo; el deterioro de la salud psicológica, física y social que se ha extendido por la faz de la tierra; urge cambios paradigmáticos de modo de contrarrestar la desolación e impacto psíquico post pandemia que ha dejado hasta ahora cinco millones de víctimas mortales.
El orbe está conmocionado como consecuencia de la peste del siglo XXI, el virus de Wuhan, que resulta inocultable; necesitamos cambios de óptica para conquistar la humanización de la sociedad, sensibilizar desde abajo hacia arriba, a través de círculos conversacional es donde esta temática se aborde sin miedo, a la luz de la espeluznante realidad de hoy, donde, infelizmente, reina el gobernante troglodita y las más siniestras prácticas oscurantistas de la historia reciente.
Nos apuntamos en la posición futurista y humanista que propone el doctor Carlos Vignolo, a fin de preservar del odio, del resentimiento e intolerancia a las nuevas generaciones; porque aún estamos a tiempo de prevenir próximas catástrofes. Las sanas advertencias de Vignolo no deben caer en saco roto; educar para humanizar la sociedad es la tarea que nos reclama el momento actual. Pues, manos a la obra, conversemos sobre el tema; educar para el amor y la paz, el mundo os espera.