– Especial- @Juditvalderrama/ DLA.-Una situación de crisis le llevó a seguir el principio de Einstein, a hacer más importante su creatividad que el conocimiento. Así que se decidió a escribir a algunas galerías de New York y mostrar su obra. La sorpresa no tardó en llegar, sus pinturas serían expuesta en una galería de la ciudad manzana y desde ese momento no ha parado el recorrido de sus coloridas figuras por salones del mundo como Miami, Japón, Italia y en poco tiempo irán a Paris.
Es Carlos Porras, artista pictórico de Mérida, Venezuela, quien despierta emociones alrededor del mundo con sus obras.
“Venezuela ha tenido momentos muy oscuros, pero busco con mi obra mostrar la luz, porque si usted mira al cielo siempre verá algo brillante, entonces, lo que intento es buscar la luz dentro de la oscuridad. Quiero que cuando alguien vea una pintura mía se sienta agradado, congeniado, que eleve sus ritmos de emoción de amor, de creer que pueden pasar cosas buenas. Busco que se contenten”.
Para Porras, la rudeza de un animal salvaje como un rinoceronte, un elefante o una jirafa puede combinarse con el color casi infantil de muchos trazos y llenar un lienzo de alegría, es su singularidad, la que resalta como atractivo en su creación y le allana camino al éxito.
Dedicarse a la pintura como soporte de vida no era algo que tenía en plan Carlos Porras, pero circunstancias lo encaminaron por esa vía. “A pintar comencé desde pequeño como cualquier niño que hace dibujos en su casa, pero mi mamá es pintora y era fuertemente influenciada por ella… Yo la observaba y de alguna u otra forma me dirigía. Eso quedó conmigo siempre. Hacía una que otra cosa cuando tenía tiempo. Era mi hobbie. Pero llega un momento que mi economía y la de la familia se ve afectada con la paralización de la construcción en el país, lamentablemente se estanca y yo quiero seguir en mi país y mi ciudad. A partir de eso intenté con el arte, porque era una cosa que sabía hacer”.
Porras nunca se formó en arte en academias. Estudió en la universidad, se hizo ingeniero civil y se dedica a la construcción, pero la crisis venezolana lo dejó sin actividad en el oficio.
Así que obligado por las circunstancias decidió intentar en el arte. Busca en una galería de New York, de las más de mil 500 que hay allá, “escribí correos a un 15% de las galerías de allá y de esas solo el 20% me contestó y pude escoger la más accesible a mis necesidades. A partir de ahí, todo se empezó abrir y abrir”.
La aventura de la internacionalización
“Fue una aventura, pero todo en la vida es una aventura y uno tiene que tratar de dar lo mejor para poder alcanzar las metas, sea ingeniero, o médico, uno no sabe cómo le puede ir en el camino. Así que lo que queda es hacer lo mejor que podamos donde estemos, cuando se nos presentan las oportunidades, pero no es un hecho que el arte va ser el sustento de mi vida, pero es una forma muy bonita de vivir”.
En enero del 2019 envía sus dibujos por correo aéreo a New York, la primera exhibición se daba en abril de ese año en Art Expo, una galería que recibía gran cantidad de pinturas de todo el mundo, “era una oportunidad para uno dar a conocer su arte a nivel internacional”.
Luego de muchos tropiezos por la dificultad que implica salir de Venezuela, Carlos Porras pudo llegar a New York, “para viajar he pasado por el puente por las trochas (caminos verdes)”, relata.
De las obras que se vieron en Nueva York, en la primera muestra internacional de Carlos Porras, se contaba la representación de un coral lleno de muchos colores, otra fue una pintura abstracta que simulaba los pétalos de una rosa, sumó también una de una piedra amatista y no faltaron sus obras de safari, como las jirafas y los elefantes.
“La crítica fue muy buena, pude realizar mis dos primeras ventas y el precio fue unas diez veces más de lo que yo esperaba. Me reservo los precios porque hay galerías con las que tengo contratos que quieren mantener los precios reservados”.
– ¿Supo quién se llevó su primera obra?
– “Claro, una señora de New York”.
– ¿A qué le sigue pintando, en qué se inspira si usted es un hombre de montaña y pinta animales de selva que están lejos de su realidad visual?
– “Tengo un stock de pinturas bastante grande, unas 200 pinturas guardadas. Yo me considero un ciudadano del mundo y me encanta ver la realidad de muchas ciudades del mundo, de muchísimas personas y esa curiosidad lo lleva a uno a viajar físicamente a un sitio o a investigar y ver cómo son las cosas en otros lados. Cada persona puede ver lo que quiera en mi obra, calor humano y esperanza”.
– ¿Dónde más se ha presentado su obra?
– “En 2019 tuve una presentación más en New York, de tres semanas. En noviembre del mismo año me presenté en Florencia y Milán, Italia, pero no pude llegar personalmente por un evento familiar que se presentó, pero las obras si se presentaron. En diciembre del mismo año soy invitado a formar parte de una muestra en Miami, donde acudió mucho público y eso te comienza a llenar. Hubo mucha receptividad, estamos construyendo nombre y caminos y eso es bien difícil, pero en general eso ha sido muy bueno. El año cerró con la exposición en una estación del metro de Tokio por donde pasa más de un millón de personas al día. Ahí presenté un poster de una jirafa mía”.
En enero del 2020, tuvo la oportunidad de exponer en Milano nuevamente, pero otra serie de exposiciones pautadas fueron suspendidas por el tema de la pandemia.
“Este 2021 con el favor de Dios, estaremos en galería del museo salón de arte contemporáneo en el carrusel de Louvre , en Paris, con mi obra, ´la vida después de la muerte’”, inspirada en la naturaleza que sobrevive a pesar de los muchos incendios que se suscitaron el pasado año en Amazonas y Australia”, refiere.
Mostrarse al mundo
– ¿Qué consejo puede dar a un joven en Venezuela que quiere pintar, pero que no va academias porque no tiene cómo pagarlas y se siente desilusionado de poder desarrollarse en el arte?
– “Si uno tiene una habilidad en la vida tiene que desarrollarla. Hay muchas herramientas para crear, para hacer arte, para innovar. Puede pintar con carbón al quemar un tronco, puede pintar con la borra del café, hasta estierco de los animales se ha usado para pintar. Pero qué quiero decir, que hay técnicas que permiten que usted se desarrolle sin gastar tanto con cosas que están a la mano. Hay que buscar la forma de mostrarse, que son bastantes las opciones que tiene el mundo, como son las redes sociales. Si usted se muestra, alguien en el mundo le va a ver y uno nunca sabe qué pueda pasar. Lo peor que se puede hacer en la vida es quedarse parado”.
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