Carlos Lanz: Sinopsis de una burda trama pasional

El ex-militante guerrillero y profesor universitario bolivarense, fue víctima de un plan de asesinato orquestado por su propia esposa, Maxiorisol Cumare, quien movida por la codicia, con pasmosa sangre fría y 12 cómplices más, urdieron la trama del presunto secuestro y desaparición del conocido hombre de izquierda, tratando de involucrar al propio gobierno de una conspiración en su contra.

 

Gabriel Montenegro.
Fuentes: FMP y portal.

El caso del presunto secuestro, desaparición forzada y posterior asesinato del ex-líder guerrillero y actual profesor universitario Carlos Lanz, es digna de una telenovela o película de suspenso, dadas las características de los hechos que condujeron a su secuestro, asesinato y posterior desmembramiento de su cadáver.

Diversos medios de comunicación, portales noticiosos y redes sociales venezolanas han hecho eco de este episodio, como dijimos, casi sacado de una película de terror.

 

Tremendos actores involucrados

Desde que se hizo pública la desaparición del simpatizante del chavismo, ocurrida en Maracay, de inmediato comenzaron a tejerse un serie de conjeturas, las cuales apuntaban a que Sanz no había sido víctima de algún grupo delictivo que lo habría secuestrado para exigir algún tipo de rescate; tampoco, tras las primeras averiguaciones e investigaciones sobre su paradero, se pudo comprobar que sobre él recayera algún tipo de persecución u hostigamiento por parte del gobierno, cosa que intentaron hacer creer los verdaderos criminales, quienes armaron toda una «alharaca» para confundir y manipular a las autoridades y manipular a la opinión pública, que en un principio estuvieron nadando en un mar de incertidumbres.

Pasaba el tiempo desde su desaparición y nada concreto se sabía al respecto, solo el Fiscal Tarek William Saab, en las oportunidades que era abordado por los medios sobre este caso, manifestaba que «el trabajo de investigación continuaba y no se había detenido para nada».

Mientras esto sucedía del lado gubernamental, por otra parte la esposa y amigos cercanos de Lanz condenaban la poca efectividad de las autoridades en dar respuesta satisfactoria para de una vez conocer el paradero del conocido hombre desaparecido, cuyo nombre, misteriosamente no aparecía como detenido en ningún organismo policial o judicial del Estado.

El caso de Carlos Lanz es digno de una novela de Agatha Christie.

 

Se descubre el plan macabro

Tarek William Saab no estaba fuera de contexto, cuando como portavoz del gobierno, explicaba que tras la persistente insistencia de la esposa de Lanz, Maxiorisol Cumare, los familiares del desaparecido y la propia opinión publica, se había conformado un grupo especial para el arduo trabajo investigativo y se participó hasta a la Interpol.

Después de atar cabos y revisar las circunstancias del presunto secuestro, desde el mismo momento de la desaparición de Lanz, rindió sus frutos hace un par de semanas, cuando tras la ardua tarea y pesquisas, se logró esclarecer el hecho, hoy en día tildado de repudiable y tan simple como drama pasional, tras la confesión de uno de los autores intelectuales y dos de los autores materiales del crimen, quienes «vomitaron» todo el plan orquestado por la aparentemente «dolida» mujer del docente universitario.

Carlos Lanz no estaba desaparecido y aunque sí fue secuestrado, de inmediato sería llevado a la fuerza y asesinado en la finca de una pareja amiga de su mujer, Tito Viloria y Zaida Suárez.

Fue su propia esposa, quien para quedarse con las posesiones de pareja y para apartarlo de su meta amorosa paralela con su pareja extraoficial Genn Castellanos , siendo para ella un estorbo, optó por «desaparecerlo» para siempre.

Así de sencillo, Carlos Lanz no había sido víctima de conspiración alguna, y aunque comprobado está que en su época de subversivo participó en varios episodios similares de secuestro y extorsión ( sin herir a nadie), no menos cierto es que fue indultado y excarcelado en par de ocasiones ; luego se sumó al mundo universitario como profesor de Sociología, tal como lo han hecho muchos dirigentes venezolanos con viejos expedientes abiertos por los gobiernos de turno a quienes se le ofrece la oportunidad de redimirse socialmente.

Jamás se imaginó Lanz que entre su mujer y supuestos amigos planificaron su muerte.

Los involucrados

En total como lo explicó Saab, la Fiscalía del Ministerio Público y específicamente el Tribunal 4to de Control imputó a un total de 13 personas, incluyendo a la principal autora intelectual del asesinato, Maxiorisol Cumare y a 12 cómplices que se sumaron en la trama que referimos para simplemente apartar a Lanz de los planes amorosos y económicos de su mujer, la pareja clandestina de ésta última y los amigos de la principal coautora, los ejecutores materiales del crimen, Pedro «Básquebol», Jeison el » capitán»; y Elis Becerra, quienes aportaron cada uno su nefasto grano o elemento individual, para llevar a cabo tan abominable hecho.

Las autoridades creen que Lanz abordó el vehículo de uno de sus asesinos totalmente confiado, sin imaginar que sus verdugos ya le habían puesto fecha y hora a su muerte.

Aunque polémico y muy crítico, desde el gobierno no había nada contra él.

A los cochinos…un triste y humillante final

Si algo debemos condenar como seres humanos, es el trato dado por los autores materiales al cadáver de Carlos Lanz.

Uno de sus verdugos, contó que una vez cometido el asesinato, procedieron a cortar su cuerpo en pedazos y luego fueron mezclados con la comida de los cochinos, todo acontecido en predios de la finca de Tito Viloria y Saida Suárez.

Paradójicamente, Lanz fue junto a su mujer, (su propio verdugo), un luchador contra el maltrato y las humillaciones de los ciudadanos. Pero ese ideal revolucionario cabía solo en su mente ilusa, porque sería precisamente esa mujer con la cual compartió muchos años, la que decidió que debía morir humillado de la manera más vil y sanguinaria, convertido en comida para los cochinos.

 

El Fiscal General Tarek William Saab, anuncio la resolución de este repudiable asesinato.

La ficha oculta de Carlos Lanz 

Aunque no podemos aseverar la veracidad de los cargos y antecedentes que se le atribuyen, en las redes y portales informativos se dejó correr la publicación de la presunta ficha policial del profesor Lanz:

Carlos Rafael Lanz Rodríguez, apodado «Frank Sánchez» y un «Carlitos Zárraga (CI No 3.437.254), nacido en Upata, estado Bolívar el 03-07-1944, Sociólogo UCV, militante de las FALN y del PRV -Ruptura, responsable de una Unidad Táctica de Combate (UTC).

El 01-03-1969 es acusado de participar presuntamente en el asalto al Banco del Caribe, en Guacara, estado Carabobo.

Detenido el 02-09-1969 por la Policía Municipal junto a Nancy Magaly Guillen Amado y remitido a la Disip por averiguaciones por presuntas actividades subversivas.

En otro antecedente se registra como detenido por la entonces PTJ ( hoy Cicpc) el 12-12-1969 en el Sombrero, estado Guárico en asalto frustrado al Banco Ítalo Venezolano donde resultó gravemente herido y le fue decomisado una pistola marca Smith & Wesson, calibre 9 mm serial 33419, quince proyectiles 9 mm, una granada MK2 tipo piña, una chapa perteneciente a la extinta Dirección General de Policía (Digepol), dos insignias militares de Sargento Técnico, una cédula de identidad a su nombre y una licencia de conducir.

El 02-03-1970 le fue dictado Auto de Detención por el Juzgado de Primera Instancia de San Juan de los Morros por el delito de Robo a mano armada en grado de frustración, agavillamiento y hurto de vehículo.

El 08-03-1974 es beneficiado por Indulto Presidencial y queda en Libertad.

En abril de 1974 es Miembro del Comité de Defensa de los Derechos Humanos.

El 06-09-1974 participa junto a Jorge Rodríguez en un Acto de Solidaridad con Chile realizado en el Aula Magna de la UCV donde expresa que sólo con las armas era posible el triunfo de la Revolución Socialista y que la mejor manera de solidarizarse con Chile era creando muchos Vietnam».

El 31-08-1975 solicita la Baja del PRV-FALN.

En noviembre de 1975 funda, coordina y dirige junto a Luis Alberto Solórzano, Iván Nolasco Padilla Bravo, David Nieves Banchs, Doris Francia Echenique de Medina, Ángel Cristóbal Márquez Esquedes, Alexis José Toledo Castro, Eduardo José Mulatero Secci, Jesús Enrique Pacheco Carreño y otros los «Grupos de Comandos Revolucionarios».

El 17-11-1975 junto a varios sujetos asalta supuestamente, según el expediente, al funcionario de la Disip Elíseo Casanova Villamizar a quien despojó del arma de reglamento, las credenciales policiales y documentación personal.

Organiza la Operación «Argimiro Gabaldón» que consistía presuntamente en el secuestro del Empresario Williams Frank Niehous.

Acusado de participar en el secuestro de Niehous el 27-02-1976, siendo el que aseguran desde la oposición lideraba la acción.

El 21-07-1976 son detenidos David Nieves Banchs e Iván Nolasco Padilla Bravo mientras intentaban presuntamente cobrar la cantidad de cien mil bolívares como adelanto por el rescate de Niehous dándose a la fuga Carlos Lanz.

Detenido por la entonces Disip el 22-02-1977 junto a Ángel Cristóbal Márquez Esquedes en la Alcabala móvil de «El Pao». Se le incautó el siguiente equipo:

Una subametralladora marca Sten con serial limado, una pistola marca Colt calibre 45, proyectiles del mismo calibre, equipos de radio y transmisión y una gran cantidad de material impreso de tipo subversivo.

Recluido en el Cuartel San Carlos. Preso 8 años, por participar presuntamente, en 1976, en el secuestro que mantuvo en cautiverio por tres años al ejecutivo estadounidense de la Owen Illinois, William Frank Niehous.

El 31-01-1985 fue puesto en libertad por haber cumplido sentencia.

En 1988 se erige como máximo dirigente del Grupo Movimiento «21 de Junio» Venceremos.

Impulsa la creación de la fachada legal de este grupo denominada Desobediencia Popular» como se conoce al Movimiento 28 de la UCV o «Tomistas & die»

Es nombrado Responsable del Proyecto Educativo de las Escuelas Bolivarianas.

Es el padre del Decreto 1.011.

Es nombrado Comisario de la Disip y en Febrero de 2005 es nombrado Presidente de Alcasa.

 

 

 

 

 

 

 

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