Los Obispos de San Cristóbal, monseñor Mario Moronta, y el Obispo de Cúcuta, monseñor Víctor Ochoa, se reunieron del 30 de septiembre al 2 de octubre, en la ciudad colombiana, con Caritas Internacionalis y sus representantes en Latinoamérica, para evaluar las atenciones que ofrecen a los migrantes en la frontera.
Las iglesias particulares de San Cristóbal y Cúcuta insistieron en la necesidad en seguir apostando por las estrategias conjuntas para apoyar a la población migrante vulnerable.
Unas de las próximas acciones será la creación de un Banco de Medicinas en San Antonio del Táchira. “Así como hay gente que necesita alimentos, hay otras personas que necesitan desde una aspirina hasta una insulina para poder sobrevivir”, dijo monseñor Mario Moronta.
“Incluso este servicio estará disponible hasta para los mismos colombianos que lo requieran, no vamos a tener ninguna limitación ni tampoco ninguna exclusión”, afirmó.
Durante las jornadas de trabajo se analizó la realidad socio política que se vive en Venezuela, y las dificultades asistenciales que ha generado en algunos países de la región. Así como la respuesta efectiva de la Iglesia Católica en Latinoamérica para atender esta situación, asumiendo la propuesta del Papa Francisco de “acoger, proteger, promover e integrar” al migrante y el refugiado.
Por su parte el Obispo de Cúcuta, monseñor Víctor Ochoa, confirmó la necesidad de repensar las políticas migratorias “desde una visión humana y de desarrollo integral” para afrontar la cultura del descarte.
Los participantes de este encuentro visitaron la comunidad de La Parada, en el paso fronterizo entre Colombia y Venezuela para constatar las dificultades de los migrantes.