El cardenal venezolano Baltazar Porras aseguró recientemente que el sucesor del papa Francisco en la cátedra de San Pedro debe continuar el trabajo iniciado por el jesuita argentino, que representó una bocanada de aire fresco para la Iglesia católica.
En una entrevista para AFP, que otorgó mientras caminaba hacia El Vaticano, Porras destacó que el futuro Papa no tendrá un camino fácil por la naturaleza del mundo actualmente.
«El futuro Papa no lo tendrá fácil, porque no es fácil el mundo de hoy. Pero creo que cualquiera de los que el Espíritu Santo ponga para seguir adelante –como el mismo papa Francisco decía: esto es un proceso irreversible– que continúe todo aquello que él ha comenzado, que es no solo ni tanto para el bien de la Iglesia, sino de toda la humanidad», manifestó.
Porras, creado cardenal de Santos Juan Evangelista y Petronio por el primer pontífice latinoamericano en 2016, podrá asistir a su primer cónclave, pero no podrá votar por el futuro Papa porque cumplió 80 años, la edad límite, en octubre.
«Vengo de Venezuela y la noticia de la muerte del papa Francisco, todo el mundo la ha sentido como si fuera el familiar más cercano, precisamente por su sencillez, por su humildad, por ese sentido tan profundo que tuvo él de conectar con toda la gente independientemente de quien fuera», indicó.
Baltazar Porras elogia el trabajo del papa Francisco
Destacó que como latinoamericano, el papa Francisco significó «una bocanada de aire fresco, de sencillez, de cercanía y que es expresión de lo que es la fe cristiana y lo que ha sido la fe cristiana y la fe católica en nuestro continente».
«Como venezolano siento también un agradecimiento muy profundo hacia el papa Francisco con quien tuve, gracias a Dios, una amistad, una cercanía y el regalo que nos dio ya en su enfermedad de los dos primeros santos canonizados venezolanos: el doctor José Gregorio Hernández y la madre Carmen Rendiles», añadió.
En cuanto a cómo ha vivido Venezuela el fallecimiento del pontífice, Blatazar Porras reconoció que «ha sido de verdad una expresión que sobrepasa todo lo que podíamos pensar. Se siente como si se le hubiera muerto a uno su padre o su madre, lo cual es bien indicativo de cómo se metió en el corazón de la humanidad por completo el Papa Francisco».
«Seguro que está gozando ya de la presencia del Señor e intercediendo para que el camino que él inició, ese proceso como él habla, se continúe para bien de toda la humanidad», concluyó.
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