Caracas, 17 abr (EFE).- Vecinos de Caracas quemaron este domingo, para recrear la muerte de Judas, un monigote de cuatro cabezas con los rostros del presidente de Rusia, Vladímir Putin, y el mandatario de Venezuela, Nicolás Maduro, así como otras figuras representativas de la política del país caribeño.
La Quema de Judas, en la que cada Domingo de Resurrección se incineran muñecos que representan personajes acusados de traición, fue la primera que habitantes del centro de la capital hicieron en la calle, luego de dos años de pandemia, en los que se llevó a cabo en azoteas de edificios.
La recreación, en la que también fueron quemadas las figuras de la alcaldesa de Caracas, Carmen Meléndez, y el ministro de Energía Eléctrica, Néstor Reverol. se realizó en el oeste de la ciudad, donde se encontraba el joven Bassil Da Costa cuando fue asesinado durante una manifestación el 12 de febrero de 2014.
La tradición, que pone fin a la Semana Santa, tuvo como objetivo representar el rechazo a la invasión de Rusia a Ucrania, así como al Gobierno de Maduro, según explicó a Efe Carlos Julio Rojas, coordinador del Frente en Defensa del Norte de Caracas.
«Putin es el icono de la guerra y es uno de los pilares que mantiene a Maduro en el poder. Quemamos a Maduro, por otro año consecutivo, porque es icono de hambre, miseria, represión y tortura, y, sobre todo, de una alta traición que ha sido entregarle a imperios extranjeros, como Rusia y China, nuestros recursos a cuenta de mantenerse en el poder», expresó Rojas.
Además, explicó que Meléndez fue quemada porque «cometió una alta traición al socavar y pisotear los símbolos históricos de la capital que están intrínsecos en el corazón de los caraqueños, eliminando el León de Caracas, cambiando la bandera y quitando el himno para poner una mamarrachada de símbolos municipales».
«Y a Néstor Reverol, a quien hemos quemado en dos oportunidades, porque vemos cómo los apagones llegaron para quedarse en Caracas. Esta semana hemos tenido problemas en algunas zonas, que pasan de 8 a 10 horas sin luz», concluyó Rojas.