De acuerdo con el propio Niklas Luhmann su admirable producción científica se debió, en buena medida, al uso de un método llamado Zettelkasten (término alemán que podemos traducir como “caja de notas”). Dada su comprensión intuitiva, lo utilizan para tomar notas, eficientemente, no solo los profesionales y estudiantes, sino también quienes reconocen la necesidad de organizar sus vidas metódicamente. Los escritores amateurs, por ejemplo, suelen utilizarlo. La costumbre de escribir notas estimula la imaginación; además, cuando se está leyendo un libro y se escriben las ideas principales se entiende más. Y, si sabemos organizar esas ideas (notas), mucho mejor.
La importancia de seguir un sistema como el Zettelkasten estriba en que “la escritura productiva y de calidad está basada en tomar buenas notas” (Ahrens, 2022: 3). Pero, eso no es suficiente. Hay que tener disciplina en el cumplimiento de los pasos (borrador, notas permanentes, enlaces con notas previas, etc.), para que se puedan ver los resultados esperados. Vamos construyendo gradualmente “un sistema externo de apoyo [con referencias y notas] que nos ayude a pensar, organizar ideas y compilar datos” (ibid.: 16). La estructura del sistema no debe ser complicada.
La manera como Luhmann creó su sistema ha servido de ejemplo para mucha gente, incluyendo académicos, en todas partes del mundo. Consiste en dos ficheros (cajones). Uno es usado para guardar notas que capturan ideas y estimulan pensamientos novedosos. El otro es para incluir la bibliografía que fundamenta las ideas y datos. En ambos casos, la nota numerada representa el elemento básico de la estructura jerárquica establecida a través de un sistema alfanumérico, resultando de esa forma una organización abstracta y no por temas. El “secreto” está en que su sistema contiene un componente relacional que se construye enlazando notas, arbitrariamente.
Al respecto, nos aclara Luhmann que, de acuerdo con su experiencia, después de casi 30 años utilizando el método: “El funcionamiento interno, la disposición de las notas y el espíritu de los Zettelkasten dependen de la decisión de no ordenar las notas por temas y subtemas. En lugar de eso, deberá elegirse un orden basado en la ubicación fija de las notas.” (Luhmann, 1981: 4). El argumento es que, el diferenciar en el Zettelkasten el referido sistema de numeración de las notas de cualquier ordenamiento por tipo de contenidos, resulta en una forma de organización superior. Es decir, el asociar toda nota a un lugar fijo (único) se traduce en importantes ventajas.
Luhmann percibía a su Zettelkasten “como un socio en un proceso de comunicación en el que los participantes son unas cajas negras, uno respecto al otro.” (Schmidt, 2016: 295). Al mismo tiempo, a pesar de ser él quien creaba sus notas, esa caja de ideas tiene una estructura interna que la convierte en un mecanismo innovador. Lo que quiere decir que, una vez creada, podrían agregarse muchos otros usuarios a extraer ideas distintas, cada uno por separado, inclusive sin saber de la existencia del resto de los interesados. Pero, para conseguirlo era necesario primero enseñarle a la caja de ideas a ser autónoma, en el manejo de la complejidad, según Luhmann.
Referencias:
Ahrens, S. (2022). How to take smart notes: One simple technique to boost writing, learning and thinking (second edition).
Luhmann, N. (1981). Kommunikation mit Zettelkästen. Ein Erfahrungsbericht. Traducción al inglés (2023): https://zettelkasten.de/communications-with-zettelkastens/.
Schmidt, J. (2016). Niklas Luhmann’s card index: Thinking tool, communication partner, publication machine.
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