¿Por qué nuestro afán en estudiar la personalidad de los actores sociales, cuando construimos redes de relaciones interpersonales? Porque todo proceso social es función de la conducta de los actores sociales. Además, para interpretar dinámicamente situaciones sociales es necesario poder predecir esos patrones de conducta. Interactuar y construir relaciones personales con los ENEATIPO 3 (por ejemplo), cuya personalidad es triunfadora, adaptable y ambiciosa, exige de nosotros entender que son individuos independientes y orientados hacia el futuro. Por cierto, el eneagrama no es la única herramienta disponible. Usamos también el indicador Myers-Briggs.
Analizando las flechas internas del eneagrama, los TRES, “cuando están bajo estrés se mueven al NUEVE, lo que los ayuda a atenuar su impulso competitivo … [y] cuando se sienten a salvo [seguros], adquieren algunos de los mejores rasgos de los SEIS” (Stabile, 2018: 104). Es muy fácil aprender a interpretar el eneagrama; pero, como todo, requiere de práctica. En el caso del MBTI (siglas en inglés del indicador Myers-Briggs), cuyos criterios están basados en los Tipos psicológicos propuestos por Jung, la personalidad de un individuo es representada con solo 4 letras. Son 8 categorías o 4 pares de criterios opuestos, resultando en 16 combinaciones (tipos).
Introversión-extraversión, sensación-intuición, pensamiento-sentimiento y juicio-percepción. De cada dicotomía se toma una letra, para crear un solo resultado, al cual el indicador MBTI asigna características únicas. Por ejemplo, ENFP, donde las siglas corresponden a términos en inglés, representa el siguiente tipo psicológico (se indican sus respectivas contribuciones): extraversión (amplitud de intereses), intuición (comprensión de las posibilidades), sentimiento (calidez y simpatía) y percepción (adaptabilidad) (Briggs & McCaulley, 1985: 32). Pudiéramos concluir, al comparar herramientas, que esa descripción es muy cercana al ENEATIPO 3, en el eneagrama.
Para cada eneatipo existen dos ámbitos: saludable (luz) y tóxico (oscuridad). Debemos dominar ambos lados, para ser capaces de mostrar a los demás la mejor versión de nosotros. El engaño es la emoción dañina de los TRES y lo manifiestan cuando persiguen el éxito pensando que “el fin justifica los medios”, llegando al punto de engañarse a sí mismos. Por eso, cuando vivamos momentos de oscuridad, típicos de nuestra personalidad, debemos procurar regresar a la luz, rápidamente, inclusive buscando ayuda; el eneagrama es solo una de las tantas opciones. Una ventaja de los TRES es su adaptabilidad a nuevas situaciones que resulten de distintos planes.
La personalidad, como constructo psicológico, puede clasificarse según distintas tipologías y lo más importante para nosotros, como estudiosos de las redes de capital social, es que esos tipos de personalidad nos permiten predecir patrones conductuales. Adicionalmente, el beneficio que obtienen las personas “que participan en numerosos y diferentes grupos es que su personalidad se enriquece.” (Simmel en Erickson, 2013: 234); así, también aumenta la cantidad y la calidad del capital social colectivo del cual ellas forman parte y ayudan a construir. Les reitero que, para aprender a establecer y mantener vínculos saludables, utilizando el eneagrama, les ofrezco una consulta totalmente personalizada, gratis, 30 minutos, por WhatsApp (1.613.890.9432) o Zoom.
Referencias:
Briggs, I. & McCaulley, M. (1985). Manual: A guide to the development and use of the Myers-Briggs Type Indicator.
Erickson, E. (2013). Formalist and relationalist theory in social network analysis.
Stabile, S. (2018). The path between us: An enneagram journey to healthy relationships.
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