¿A quiénes conozco yo que pudieran ser útiles a nuestro proyecto? Para ser realmente exitosos, en cualquier proyecto, eso es lo primero que tenemos que preguntarnos. Después, identificadas esas personas —en nuestras redes personales— tenemos que preguntarle a cada una de ellas, por separado: ¿Qué recursos tuyos (personales y sociales) pondrías a disposición de nuestro proyecto? Las respuestas, en cuanto a calidad y cantidad de recursos sociales, dependerán (en buena medida) de algunos factores generadores de interacciones (p.ej., confianza, localidad, ocupación, proyecto y empresa). Aunque esos recursos sociales son considerados “intangibles” en las organizaciones empresariales, éstos son de todo tipo: humanos, materiales y financieros.
¿Puede hablarse de una Gerencia de Recursos Sociales (en empresas), siendo estos recursos considerados intangibles? Por supuesto que sí; es cuestión de la cultura organizacional y poder contar con las herramientas necesarias para identificar y usar esos recursos sociales. Para la fase de identificación, con cada díada, deben considerarse unas preguntas básicas: ¿cuán bien se conocen? (confianza: mucha, media, poca o nada); ¿cuán cerca viven? (localidad: municipio, ciudad, país o distintos países); ¿cuán afines son sus actividades diarias? (ocupación: iguales, parecidas, complementarias o diferentes); ¿en cuántos proyectos han compartido como parte interesada (stakeholders)? (proyectos: más de dos, dos, uno o ninguno); ¿en cuántas empresas han trabajado juntos? (empresas: más de dos, dos, una o ninguna). Muy simple y fácil de aplicar.
El capital social (o cohesión interna) del equipo de trabajo puede estimarse ligeramente con una evaluación de las respuestas obtenidas a las preguntas anteriores; es decir, nos da una idea de los recursos sociales, contenidos en la red. Estos recursos sociales están presentes tanto a nivel de cada díada (individual) como a nivel de la estructura social (colectivo); y, al sumarse a los recursos personales de cada uno de los integrantes del grupo, representan la totalidad de los recursos potencialmente disponibles (o accesibles) al proyecto u organización (Lin, 2001). Recordemos que nuestro capital social lo podemos construir deliberadamente, con estrategias.
El capital social individual de cada integrante del grupo (sus redes personales) y su capital social colectivo (sus asociaciones a otros grupos) se refuerzan, mutuamente; de tal modo que aquellas personas que tengan un alto capital social individual tendrán, además, una mayor probabilidad de formar parte de diversas agrupaciones (Son, 2020). Igualmente, la posibilidad de establecer nuevas relaciones, en cada grupo donde participen, les permite a esas mismas personas seguir aumentando su ya elevado capital social individual. En consecuencia, esos individuos disponen de una mayor cantidad de recursos sociales que otras personas con menos relaciones sociales.
Con la Tecnología Social SAI podemos definir la estructura de los recursos sociales propia de cada organización, que se va conformando de manera progresiva, producto de la realización de proyectos. Esos recursos sociales constituyen un componente muy importante de la estructura de los recursos organizacionales de cualquier empresa. En definitiva, toda vez que un proyecto adquiere vida por medio de sus stakeholders, la cantidad y calidad de los recursos sociales es función de esos recursos humanos que participan en tareas y sus interrelaciones, conformando redes. Entender la estructura de los recursos sociales de la empresa representa un gran valor.
Referencias:
Lin, N. (2001). Social resources theory. In Encyclopedia of Sociology (second edition).
Son, J. (2020). Social capital.
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