Luis A. Villarreal P.
La Plataforma Unitaria Democrática —órgano a quien se debe la formalización de las Primarias— en tiempos de aparente incongruencia se ha mantenido firme. Aunque los partidos que la conforman buscaban en buena lid demostrar su liderazgo y la posibilidad de quedarse con la Candidatura Unitaria; incluso, cuando Capriles, Rosales, Guaidó primero luego Superlano, Prosperi…, viendo el escaso apoyo popular, decidieron declinar o saltarse los compromisos pensando en una postulación presidencial directa, socavando ipso facto a las Primarias mismas.
La coalición partidista, responsable de las negociaciones en México por el lado opositor, PUDV, continuó sin perturbación el proceso de Primarias, a través de la autónoma Comisión Nacional de Primaria, quien, no obstante los rayos y tormentas, pudo llevar a feliz término el proceso ‘primaveral’.
La Plataforma Unitaria y el arrastre de MCM, antes y después de las Primarias, son la dupla causante del golazo contra el chavismo empedernido tratando de invalidarlas, en el frustrado intento de invocar a Santa Lucía, teniendo ya el ojo afuera.
Los Acuerdos de Barbados han jugado un rol preponderante, si no en alcanzarse su efectivo cumplimiento sí en la enorme contención realizada al dejar pasar el gol ante la vista de un oficialismo ‘comprometido’ con la Mesa de Negociaciones y ahí mismo con Estados Unidos, decisor de las fichas sancionatorias.
Antes, por parte del sector opositor a la tradicional oposición, no se había echado mano de esas negociaciones con tal preponderancia para emplazar al régimen y fortalecer el desarrollo y conclusión de las Primarias; por tal razón, MCM empezó a asumir tales Acuerdos y a sus autores como factores importantes —y coherentes con la lucha de liberación—, tanto a la Plataforma Unitaria Democrática como a la Mesa de Negociaciones, en conjunto artífices de los Acuerdos de Barbados.
Con todo este análisis, dándolo por ajustado a la verdad relativa, ni más ni menos debería haber la propensión a valorar sin sectarismo todo ese aporte a la lucha por el rescate de la democracia venezolana; por parte de diferentes actores políticos, antes irremediablemente antagónicos ahora amalgamados junto al pueblo, con intención de realizar un gobierno de transición en un espectro de Unidad y lealtad con el país y de verdadera responsabilidad con los venezolanos.
A María Corina le han soplado del cielo vientos a favor, otrora por su persona insospechados
Eventos ocurridos, pese a la obstrucción de su merecida candidatura, la habrían puesto a reflexionar y valorar al ver el reacomodo de las circunstancias a favor de su liderazgo, explicándose éstas a través de ella misma; en un entorno más heterogéneo, más amplio, menos individualista, colocándola en el epicentro de las acciones por venir; trascendentes —incluso pasando cualquier cosa— hacia un 2025 ya sumamente politizado, año en el cual se debería, cuando menos, configurar como debiera la Asamblea Nacional, las autoridades ejecutivas y legislativas de estados y municipios; y en un sentido amplio y beneficioso el Gobierno de Transición, hipotecado ya con el compromiso de aportar sin dilación las soluciones más apremiantes; y con mucho más alcance, una Constituyente en la cual los venezolanos podrían hacer los ajustes constitucionales requeridos, para estar más claros y seguros sobre la Venezuela del futuro.
…
Sin Cambio no hay reconstrucción
Empezar a poner
las cosas en su lugar y cuanto
[antes
es el momento al que
sin miedo y sin ambages,
luego de ganar las presidenciales,
unidos deseamos
llegar. Porque se requiere el
[esfuerzo
leal mancomunado,
para enfrentar el reto
de dejar atrás tanto sufrimiento;
combatiendo anarquía,
corrupción, ineptitud, indolencia,
necesidad, desidia,
censura, con la honesta
intención de hacer profunda
[limpieza
en las instituciones,
raptadas, puestas al servicio de
osados malhechores
públicos que esta vez
¡no podrán mantenerse en el
[poder!
L A V P
El CNE sigue de capa caída en el cumplimiento de objetivos trazados en Cronograma Electoral
Que se estén ralentizando procesos de auditoría sobre aspectos automatizados destinados a contar con la eficacia en el acto comicial y su totalización, pues no es usual en circunstancias regulares, ni siquiera tranquiliza a quienes conocen, auditan y tienen acceso a las ‘subyacencias’ del hardware y software, a la configuración y funcionamiento de toda la plataforma electoral; muchísimo menos convence a los contendores electorales con capacidad fehaciente de imponerse en las elecciones.
Los ojos opositores permanecerán vendados en cuanto no tengan acceso a los detalles de la plataforma y sus mecanismos, ni estén facultados para intentar detectar situaciones o patrones irregulares parcializados. Esta limitación podría restringir e incluso imposibilitar el trabajo de técnicos partidistas autorizados, y de los órganos responsabilizados de la veeduría internacional: ONU, UE, Fundación Carter…
De lo expuesto se puede deducir la enorme necesidad de estar preparados para los escenarios, eventos y contingencias a presentarse debido a las turbias aguas donde se mueve la elección Presidencial. Porque además el CNE se ufana hacia todas las latitudes utilizando el eslogan del “sistema electoral más avanzado y confiable del mundo”; solapando sus deficiencias, su calculada ineficacia, con el incumplimiento de los objetivos pautados en Cronograma, y minimizando la lógica preocupación y desconfianza del electorado.
María Corina sigue topándose con muchedumbres por doquier, y recibe al oído y ante sus ojos su clamor, el breve relato de su desesperación acumulada, del infortunio y la humillación debido al sojuzgamiento, a la terrible ofensa a su dignidad humana.