La Cancillería informó en un comunicado que Ribera llamó a Guaidó para abordar las circunstancias que llevaron a Avendaño a solicitar protección al gobierno chileno. Además, reiteró el apoyo de Sebastián Piñera a la democracia y al restablecimiento del Estado de derecho en Venezuela.
«El presidente Guaidó es consciente de la solidaridad chilena con el pueblo venezolano. Nuestro compromiso con la causa es para devolverle a los ciudadanos el derecho a vivir de manera pacífica, digna y segura dentro de su patria», señaló el jefe de la diplomacia chilena.
Por su parte, el también presidente de la Asamblea Nacional agradeció el permanente apoyo de Chile, en especial del presidente Piñera.
Supuesta entrega del Esequibo
Manuel Avendaño, quien ocupa el cargo de coordinador de la Oficina Internacional de Guaidó, ingresó el viernes en la embajada chilena en condición de huésped. Esto después de ser acusado por el régimen de Maduro de pretender abandonar el reclamo sobre el territorio Esequibo.
De esta manera ya son tres los venezolanos que se encuentran como huéspedes en la residencia de la Embajada de Chile en Caracas.
Los otros huéspedes son Roberto Enríquez, presidente de Copei, sobre el que pesa una orden de captura y que ingresó el 5 abril 2017; y Freddy Guevara, diputado y primer vicepresidente de la Asamblea Nacional, recibido el 4 de noviembre de ese mismo año acusado de asociación para delinquir e instigación pública.
Tarek William Saab anunció el viernes la apertura formal de una investigación contra Guaidó, Avendaño y Vanessa Neumann por estar presuntamente involucrados en una negociación ilegal para desistir del histórico reclamo que tiene Venezuela sobre el territorio Esequibo.
Esta región está bajo mediación de las Naciones Unidas desde la firma del Acuerdo de Ginebra en 1966. Pero la disputa territorial se agudizó en los últimos años tras el descubrimiento por parte de Exxon Mobil de yacimientos de petróleo en aguas de la zona.
El gobierno de Venezuela emitió en ese entonces un decreto presidencial en defensa del país, con una demarcación que incluía como propias todas las aguas del Atlántico frente a la costa de Esequibo, una maniobra que generó el rechazo del gobierno guyanés y disparó la tensión entre las dos partes.