Campesinos «se comen las verdes» en cuarentena

 

En esta cuarentena social y colectiva unos de los que más sufren y «se comen las verdes» son los campesinos, quienes prácticamente sobreviven de hortalizas, frutas, huevos y cuajada, mientras que difícilmente pueden bajar a la ciudad por productos de higiene.

Así aseguraron los abuelos Montilla del Volcán de Niquitao, parroquia Monseñor Jáuregui, municipio Boconó, que junto a otras familias del caserío manifiestan que desde antes de decretarse la cuarentena en Venezuela ya cocinaban en fogón, por lo general sopas y granos.

La luz se apaga todos los días por tres o seis horas continúas y deben acostarse siempre como las «gallinas» pasadas las 6:00 p.m. Sin embargo, estas difíciles situaciones no se comparan con los casos de salud.

Problemas de salud

La falta de enfermeras y médicos en ambulatorios rurales, así como la escasez de gasolina en cada parroquia pone a más de uno entre la vida y la muerte.

Una señora de Pereira con un prolapso rectal tiene dos semanas padeciendo fuertes dolores y quebrantos, no tiene medicamentos y su familia no ha podido visitarla o bajarla al hospital.

Las embarazadas hacen cortas estancias de comunidades en comunidades para estar alertas y cerca del primer centro asistencial de Boconó y tener el parto con atención médica, pero otras recurren a las «parteras».

Otro problema del campo, es la burocracia de algunos funcionarios públicos. Un caso expuesto en medios de comunicación, fue que una señora requería aval para el llenado de gasolina y tras obtener la constancia del Consejo Comunal descubrió que el sello del la prefectura estaba en Pedregosa de Chejendé, es decir, en otra parroquia.

«Los agricultores caminan más de cuatro horas para buscar el sello, las mujeres que van a dar luz piden posada a orilla de vía para tener un fácil traslado, los médicos recetan sin ver a los pacientes y para completar, tenemos dos meses sin señal en Cantv y teléfonos celulares», relata Carmen.

Los habitantes de las parroquias más lejanas urgen de atención gubernamental, piden comida, medicamentos y gasolina para traslado de enfermos y cosechas.

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