Las Alianzas
Observamos todo un caleidoscopio de dudosos colores, candidatos y consignas sin mensajes o programas sostenibles que no pasen de la improvisación o circunstancial sin tomar en consideración la realidad y sensatez del asunto y es que el verdadero y único contendiente para el PSUV es la tarjeta de la MUD. Estoy muy sorprendido por cómo ha evolucionado la pre-campaña por parte de lo que denominaríamos el sector oposición. En pocas palabras: hicieron lo que se les vino en gana con la alianza. No hubo un más mínimo respeto por lo que la mayoría del pueblo venezolano anhelaba: la unidad perfecta.
El régimen ya había escogido a su contendor para que polarizara con el Polo Patriótico para los comicios del 21 de Noviembre en la figura del G4, pero no sabía cómo. Sin embargo, la respuesta la encontraron rápido: abrir la Mesa de diálogo en México y la habilitación de la tarjeta de la MUD.
Maduro entendió que era necesario lavar su rostro criminal ante el mundo y, tanto la Mesa de diálogo en México como llevar al terreno electoral a su peor enemigo eran su mejores cartas para seguir ganando tiempo y poder. Sabía que habilitar la tarjeta de la MUD no era decisión sencilla, pero era necesaria para sus fines porque, al fin y al cabo, en política, ceder es una variable táctica para sus propósitos a largo plazo.
Probablemente la mayoría de las gobernaciones y alcaldías pasarán a la acera de enfrente, pero era una condición política necesaria para sentar en México a una oposición que no está muy convencida de sus ofertas ni de sus intenciones, sin embargo, al parecer, sus estrategias han dado los resultados esperados: la mesa de diálogo está en pleno desarrollo y el G4 entró a la carrera electoral. Tarde, pero lo hizo.
En la MUD debió converger, junto con el G4 el grueso de los factores que buscan un cambio de régimen por la vía electoral, exceptuando, por supuesto, a los partidos teledirigidos desde Miraflores con Juntas Directivas Ad Hoc o intervenidos de facto. Es una lástima que el G4 no dio ejemplo de amplitud, pluralidad y tenacidad a la hora de perfeccionar su alianza opositora, prefiriendo cerrar su cogollo de una manera vergonzosa e irrespetuosa para con el resto de los otros auténticos opositores al régimen.
Pero para ser honesto, aun cuando no estemos muy de acuerdo con la forma y el fondo de las decisiones del G4, es importante pensar y actuar de manera correcta y ser disciplinados a la hora de estar al lado del país, del Bien Común y de la Justicia Social, y lo correcto es apoyar la tarjeta de la MUD como opción real y auténtica para derrotar, desde lo regional y local, al régimen que ha destruido todo vestigio de civilidad e institucionalidad.
Estas elecciones, si lo analizamos fríamente, deben ser tomadas como una ventana táctica para materializar y fortalecer las bases estratégicas, movilización y organización de un gran movimiento por EL REVOCATORIO PRESIDENCIAL y, mientras más espacios políticos se recuperen y estén en manos de la oposición, mayor será la posibilidad de ejercer el derecho a derrotar al Socialismo del Siglo XXI.
Habrá suficiente tiempo para perfeccionar las alianzas, para que el G4 reflexiones y se dé cuenta de que aún falta mucho camino por recorrer en este intrincado sendero por recuperar la institucionalidad y que deben ser muchos los llamados a unirse en esta senda por la recuperación del país. Que la democracia es pluralidad no sectarismo y que la Nación no es del G4, sino de todos.
Politólogo