Las fallas y daños que están sufriendo los vehículos de los venezolanos los obliga a estar constantemente en la búsqueda de productos a precios económicos, que en algunas oportunidades son de mala calidad o simplemente son imitaciones de repuestos originales que ingresan al país sin ningún tipo de control.
“Todo se puede imitar todo se puede clonar y siempre hemos dicho que China es el país de la clonación y la falsificación”, manifestó. Cree que si los importadores saben cuál es la calidad que les llega, se puede tener un buen mercado automotor y los vehículos pueden funcionar perfectamente.
Sandoval explicó que un importador que tenga 20 o 25 mil dólares, puede traer el producto desde China o conseguir que un proveedor lo traiga y lo nacionaliza, sin embargo, preguntó ¿dónde está el certificado de origen de esa mercancía, qué calidad tiene para que entre al país?. Agregó que no se puede permitir que sigan entrando ese tipo de mercancía por aviones, aeropuertos, barcos o por tierra, pues advierte que son productos con los cuales se engaña a una sociedad que está luchando para trabajar. para producir, para ser un país de gente trabajadora y productiva.
Sostuvo que las personas tienen derecho a trabajar, pero rechazó que se dediquen a engañar, ofreciendo productos de mala calidad, “no puede ser que vaya a un sitio y me vendan cualquier marca no conocida y esa marca que no es original yo le haga la caja igual, le pongo el nombre igual y vendan una pila de gasolina en 20 mil pesos cuando una original vale entre 70 u 80 mil pesos”, señaló.
Recomendó a los importadores, tener normas de calidad y tener productos con certificado de origen, y de igual forma le exigió al Gobierno Nacional solicitar el certificado para que no sigan entrando al país productos que no tengan garantía.
Zulma López/ DLA.
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