Jóvenes juegan al interior de una casa durante un apagón este viernes, en La Habana, (Cuba). Cuando de verdad se sufre el apagón es de noche. Cuando las casas quedan totalmente a oscuras, las cocinas eléctricas no sirven para preparar la cena, los ventiladores inertes no espantan el calor caribeño y solo las luces de un carro o un celular rompen el negro más rotundo. EFE/ Ernesto Mastrascusa