La historia local es un tema apasionado, llena de grandes facetas, de enrome contenido, de personajes, hechos y acontecimientos que han permitido que nuestra ciudad y su historial se mantengan vigentes por muy señorial que se esté poniendo.
De esa historia local, hoy, nos involucramos en el vivir de la emblemática Calle 16, de allí hemos extraído algunos momentos que con el tiempo se han ido diluyendo, pero que con los relatos de Rubén Peña, “Chava” y Pedro Hernández hemos querido rescatar para esta entrega número 45 de “Valera, vivida, leída, escuchada y soñada”.
“Desde que tengo uso de razón, años 60, la Calle 16 siempre tuvo un auge en todos los aspectos, en lo vecinal, social, cultural hasta lo deportivo. De esta calle han salido excelente deportistas, sobre todo muy bueno boxeadores, como: “Loca Meca” Viloria, el “Saca Tripas”, Tino Arismendi, entre mucho más”, nos dice de entrada el popular “Chava” en una amena conversa en el porche de su casa a un costado del cementerio viejo.
En su relato “Chava” cuenta que, el ambiente de la Calle 16 de antes se deslinda mucho de lo que ha sido en los últimos tiempos. “Antes el ambiente era muy distinto al actual, la Calle 16 siempre se caracterizó por ser un sector muy alegre y festivo, celebrábamos todos los acontecimientos de la ciudad, efemérides y los cumpleaños, con el pasar de los años todo eso se perdió debido a que en una época la Calle 16 fue invadida por mucha gente foránea y de muy mala reputación, pero por fortuna se ha logrado rescatar mucho de lo que fue, y sobre todo los valores que emergen desde cada hogar que lo comprenden”, puntualiza.
De sus habitantes. “Recuerdo a la familia Flores, fundadores de la calle quienes aún se encuentra aquí. La familia Viloria fueron otros que dejaron sembrados sus nombres, ya todos se fueron a vivir a Caracas, se les recuerda con mucho agrado. Otro viejo vecino ha sido Misael González, también la familia Linares.
Pelota de goma
El jugar pelotica de goma en la calle era una de las grandes atracciones y diversiones de toda la vecindad, esos juegos se convirtieron en el gran pasatiempo para jóvenes y adultos… Otra atracción de este lugar lo fue, el elevar volantines, una tradición por muchos años, y el lugar predilecto era el antiguo “Quemador”, donde en años pasados se quemaba la basura de Valera, ubicado detrás del cementerio, “allí se aglutinaban personas de todas las edades, venidas de otras partes, era el lugar favorito. Del Quemador aún existen sus viejas estructuras en el sector San Eduviges. Hasta el “Quemador” llegaba la antigua ciudad de Valera, luego se expandió con las invasiones, y así comenzaron a llegar los problemas en la Calle 16”, sostiene Don “Chava” Peña.
La Valera del pasado
Da mucha nostalgia recordar la Valera pasada, aquellos años vividos en una Valera alegre, verdaderamente bonita, limpia, educada, ordenada, bien tratada… por eso a Rubén Peña le da mucha tristeza ver en lo que los propios valeranos hemos convertido a la ciudad. “Somos nosotros los habitantes, los principales responsables como habitantes de estas siete colinas, que Valera no se desarrollara como debió ser, lo tenía todo para convertirse en una verdadera metrópolis, y no supimos aprovechar la potencialidad que la naturaleza nos dio como tierra para el crecimiento. Los valeranos no supimos darle a Valera lo que realmente se merecía. Eso a mí, como hijo de estas calles me duele en el alma”, señala con tono nostálgico, “Chava” Peña.
Impuso modas
Las modas fue otro de los aspectos que le dio brillo a este populoso sector valerano, nos cuenta Pedro Hernández. “Los jóvenes al cumplir su mayoría se iban a Caracas a trabajar y a buscar mejoras económicas, y a final de año cuando regresaban y se formaban aquellos grandes y fabulosos reencuentros navideños, llegaban tuteando y vistiendo las estrafalarias botas campanas, los zapatos de plataforma ancha conocidos como pisa eses, los pantalones tubitos, las camisas de colores psicodélicos y las minifaldas”.
La calle parecía una pasarela al mejor estilo de los Top Models, eso era un desfile espectacular con los atuendos, desde el peinado hasta la vestimenta, sacos y fluses blancos. Era un espectáculo inolvidable y eso contó con un gran animador, un vecino excepcional como lo fue, Antonio Hernández José, ser humano que promocionó mucho el sector, él amaba a la Calle 16 con devoción.
Nos cuenta Peña y Hernández que en la 16 fueron famosos los carnavales con agua, en ellos todos los vecinos participaban con pipas y mangueras, se pintaban sus rostros de negro. “Pero luego algunos visitantes llegaron a congelar las bombas de agua, harina y huevos; cosa que por supuesto acabó con la tradición. Se organizaban fiestas familiares en donde las protagonistas fueron las máscaras de las negritas y la música de Billos y Los Melódicos. Competían sus dos avenidas 12 y 13 con música, disfraces y reinas. Todo aquella tuvo grandes promotores como fueron: Antonio Hernández José, el señor Chaparro, Magali Peña, Antonio García, Pedro Hernández entre otros”.
También fueron famosas las búsquedas del niño, se le cantaba a los angelitos cuando estos morían y era muy frecuente tomar el sueño con una plegaria llorada y cantada.
Personajes populares
Alguno de los personajes de la Calle 16 fueron: la más grande conocedora de las vidas ajenas de Valera y que hizo famoso aquel grito de guerra, » Hay Ercilia», la señora Ercilia. Los gordos más famosos de la ciudad, el gordo Cordero y su hermana Minerva. Por esa calle se recuerda al loco Raimundo, a los “Mata Cochinos”, a Kiko el bodeguero y vendedor de lotería de animalitos, quien asistió a más de mil entierros, récord que aun ostenta, aunque ese título tambalea en las manos, la nuestra querida Nena Medicci. También fueron famosos “Mano e’ Piedra” Chicuelo, Tato, Lin Yu, Yiyo, Gatea, Pestoso. La más famosa arepera de Valera era de la señora Ramona González, el campeón y pionero del fisicoculturismo Rafael «La Mula» Ruiz, junto con Domingo Chacón, y el “Camello”.
De este populoso sector igualmente salieron, empresarios, comerciantes y profesionales de la talla de: Gustavo Graterol, Gerardo López, Armando Parra, el Dr. Andalecio Rivero, Dr. Aparicio entre otros.
Quien es “Chava” Peña
Rubén Peña, el popular “Chava”, es un hombre que marcó una época en Valera, un ser irreverente, persona que impuso moda y estilo con su cabellera larga, con su moto, se convirtió en ícono de la urbe, y aún la Valera de hoy lo recuerda y saluda con agrado. “Chava” admiró y fue seguidor del movimiento hippie. Diseñó y construyó sus propia moto Chopper. “Yo mismo las hice. Siempre admiré esas motos y como eran demasiado costosas, un día me propuse a diseñar una y luego la construí con mucho esfuerzo y dedicación, logré fabricar cuatro, la última es la que tengo y ya tiene 20 años conmigo.”
Así era la
Valera de ayer…Así era la Valera de ayer, con sus virtudes, pero en donde siempre estuvo presente la solidaridad. La Valera que muchos añoran, que vive en un recuerdo presente, la Valera que escribía su historia con tinta indeleble, esa ciudad que se proyectaba para ser más de lo que fue y es… Fue época de una Valera soñadora, de tranquilidad absoluta, la del respeto del uno con el otro… Una Valera de encanto, de estampa genuina y de amorosa lucidez… la cual sin darse cuenta fue perdiendo sus encantos…
Repensar a
Valera es…
La 16, cuna de excelentes deportistas, en boxeo, fisicoculturismo el cual nació en esa zona, del atletismo, béisbol, maratón, igualmente se le reconoce por los peladores callejeros que el dieron mucha vitalidad al sector, donde no se dejaban de nadie y se formaban grandes peleas que fueron muy comentadas en su época. Fueron momentos en las cuales las rencillas entre sectores y barriadas se arreglaban a puño limpio.