Bogotá, 21 feb (EFE).- El oso andino, guardián del bosque y de los páramos en Colombia, es una especie amenazada y puede ser uno de los primeros animales carnívoros en desaparecer, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), por lo cual caficultores trabajan para su conservación con productos como el café y la miel.
Los hábitos de este mamífero, también llamado oso de anteojos (Tremarctos ornatus) y habitante de los bosques de los Andes, benefician ese ecosistema porque cuando buscan alimentos derriban arbustos y diseminan semillas, lo que ayuda a la reproducción de especies vegetales.
Sin embargo, es una especie amenazada y catalogada como vulnerable por la UICN y su población se reduce a causa de la expansión veloz de la frontera agrícola, advirtió este miércoles el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, sigla en inglés), con motivo del día internacional para la protección de los osos.
Otras amenazas son la caza y la deforestación de su hábitat para actividades económicas como la construcción de líneas eléctricas, tuberías o carreteras.
Para proteger a los osos un grupo de caficultores del departamento del Valle del Cauca (suroeste), apoyados por diferentes organizaciones, crearon en 2016 la alianza ‘Conservemos la vida’, con la cual implementaron en 2019 la iniciativa ‘Café oso andino’.
Esta iniciativa entró al programa ‘Amigo del oso andino’, que certifica prácticas agrícolas sostenibles como la producción de café o de miel de abejas que contribuyen a la protección de los osos y de su hábitat.
Según el líder de mamíferos grandes de la ONG Wildlife Conservation Society (WCS) en Colombia, Mauricio Vela, son varios los beneficios que trae esa certificación, que van desde el apoyo técnico para mejorar los procesos productivos y administrativos, hasta el acompañamiento para abrir nuevos mercados con precios más favorables, además de ayudar a la protección de los osos.