El pan salado se ha convertido hoy por hoy en el sustituto de varios alimentos que no se consiguen en el mercado nacional o de aquellos que tienen un alto costo, entre ellos el arroz, la harina de maíz precocida y la pasta.
Esto ha hecho que su consumo haya incrementado de manera significativa en los hogares jaureguinos, donde el pan dejó de ser el rey del puntal (merienda de las cuatro de la tarde) para ser utilizado en el desayuno, como complemento del almuerzo y en la cena.
“Esto incrementó nuestra demanda y nos toca hacer milagros para poder cumplir”, aseguró Alba Vega, presidenta de la Asociación de Panaderos de los municipios José María Vargas y Jáuregui.
A pesar de que la demanda del pan es alta, los panaderos denuncian que no cuentan con el apoyo necesario por parte del Gobierno nacional que los debería surtir con materia prima para la elaboración de este producto alimenticio. Sin embargo, la escasez de harinas y otros rubros impide que puedan satisfacer las necesidades de los usuarios.
Explicó Alba Vega que hay panaderías donde utilizaban aproximadamente 10 bultos diarios (entre 500 y 450 kilos) de harina de trigo para poder cubrir la demanda, tanto de pan salado como de pan dulce y demás variedades.
Pero en los actuales momentos apenas cuentan con cerca de 3 y 4 bultos diarios (200 a 120 kilos de harina); a veces los fines de semana se usan 5 bultos, es decir, escazamente pueden cubrir el 30 % de la producción, ya que la harina que reciben no es suficiente para la demanda del producto y deben administrarla de manera inteligente para poder ofrecer pan todos los días.
“Cuando hemos estado muy críticos nos ha tocado hacer solo dos bultos diarios. La idea no es rendirla, es poder cumplir con la demanda diaria de pan. A veces no hacemos pan porque nos quedamos si harina y allí es cuando acudimos a la harina colombiana”, señaló Vega.
Panaderos descapitalizados
Los panaderos aseguran que no necesitan venderle sus negocios al gobernador Vielma Mora, lo que necesitan es que les faciliten la adquisición de materia prima para trabajar, evitando así perder su fuente de trabajo
Ante esta situación los panaderos están muy preocupados, por cuanto sienten que cada día se están descapitalizando, porque ahora el dinero les da solo para cubrir el día a día, ya que no pueden mantener un inventario como antes.
Aseguran que aunque recibieron de parte del gobernador Vielma Mora un comunicado donde este les compraba el negocio a los panaderos que, según él, no tenían la capacidad de cumplir, los mismos le respondieron que la solución era facilitarles la materia prima para poder trabajar y no vender su fuente de sostén familiar.
TESTIMONIOS
Iván Montoya: Es consumidor recurrente de pan. Señaló: “Los precios son bastante
¿Lo sabías?
Incluir el pan en la dieta es beneficioso y necesario. Ayuda a nuestras defensas cardiovasculares y a mantener una menor densidad de insulina en la sangre.
El pan integral y el blanco poseen las mismas calorías, la diferencia es que la fibra del pan integral, además de ayudarnos con la digestión, nos sacia más.
El 100 % de las panaderías de los municipios Jáuregui y José María Vargas son empresas netamente familiares; su cierre les afecta significativamente
Sobre el año 100, se constituye la primera Asociación de Panaderos y se reglamenta que la profesión era heredada obligatoriamente de padres a hijos