Nayib Bukele asumió este sábado la presidencia de El Salvador, con la promesa de que durante su gestión tomará decisiones amargas para que la empobrecida nación centroamericana retome el liderazgo de desarrollo en la región.
Bukele fue investido como presidente de El Salvador para el mandato 2019-2024, en sesión solemne de la Asamblea Legislativa (Parlamento) en la céntrica plaza capitalina Barrios, reseñó Telesur.
Norman Quijano, diputado del derechista partido Arena y titular del órgano legislativo, tomó la protesta al jefe de Estado y le impuso la banda presidencial entre vítores de la multitud.
Bukele, ganador de las presidenciales de febrero pasado, sucedió en el cargo a Salvador Sánchez Cerén, excomandante insurgente y figura histórica del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
El fundador del partido Nuevas Ideas es a sus 37 años de edad el presidente más joven en la historia de esta nación centroamericana.
El exalcalde de Nuevo Cuscatlán y San Salvador se impuso en las presidenciales de febrero pasado en primera vuelta, con el 53.03 por ciento de los votos, para poner fin a tres décadas de gobiernos de ARENA y del FMLN.
El presidente, que no dijo cómo espera resolver los temas de migración, inseguridad y corrupción, anunció que impulsará proyectos de gran escala, aunque sin dar detalles.
El Salvador tiene una tasa de 50.3 homicidios por cada 100.000 habitantes, una de las más altas del mundo, según Naciones Unidas. Además, cientos de salvadoreños emigran hacia Estados Unidos cada año huyendo de la pobreza, la violencia y en busca de mejores oportunidades.
“Nuestro país es como un niño enfermo, nos toca ahora a todos cuidarlo, (…) tomar un poco de medicina amarga, nos toca ahora sufrir un poco, (…) tener un poco de dolor, asumir nuestra responsabilidad y todos como hermanos sacar adelante a ese niño, que es nuestra familia, es nuestro país, es El Salvador”, dijo Bukele ante