En Brisas de La Montañita los vehículos “patinan”

Una cascada de barro se posa en la carretera causando colisiones de vehículos

Semanas de lluvia sobre el municipio Valera ha saturado la tierra, haciendo más vulnerables los sectores montañosos donde habitan familias, que sufren además calamidades por servicios públicos.

En la carretera principal de Brisas de La Montañita parroquia Mercedes Díaz, vía al Casino Militar se visualizan cauchos, piedras, escombros, maleza y sobre todo barro jabonoso de color naranja; la inclinación del terreno hace que la lluvia caiga en especie de cascada directamente al pavimento y los accidentes de tránsito, sobre todo con motorizados se convierten en parte del día a día.

Paso a riesgo en la peligrosa vía Fotos: Andrea Briceño

La impericia de los conductores, la renuencia a frenar cuando se debe y el exceso de velocidad son algunas de las causas por las cuales los vehículos derrapan en la carretera mojada. Las caminerías de tierra y piedra que dan acceso a la montaña, donde están los ranchos incrustados hacen de cascada y el material se posa en la carretera, por eso todos los días hay una colisión de vehículos y los lesionados suelen ser motorizados, por raspones y en el peor de los casos fracturas en brazos, piernas o cabeza.

No es simple preocupación por la seguridad de los conductores, sino también por el riesgo de las familias que residen en las viviendas adyacentes a la carretera, más de una vez, han despertado “de golpe” asustados con el estruendo causado por alguna unidad que pierde el control y se estrella contra alguna pared o parte de la casa.

Colisión de vehículos ha derribado casas, por ello colocan rocas como protección

Ante la continuidad de ese tipo de incidentes, tomaron la decisión de utilizar las enormes piedras que dejó a la vista la naturaleza, para que funcionen de escudo protector de las casas; por ello se observan las rocas cerca de las esquinas de varias viviendas. De igual manera todo aquel que sale o llega a la comunidad después de la lluvia, sabe que sus zapatos van a quedar repletos de barro.

 

En Brisas de La Montañita hay doce calles; la división obedece a decisión de la comunidad en un intento por ordenar el espacio invadido por familias humildes de otros municipios, desde hace aproximadamente 10 años.

Empezaron desde cero a levantar sus ranchitos, buscar tomas para el agua potable desde la red madre que al parecer va al municipio Rafael Rangel, de igual manera con la electricidad. En el caso de los habitantes de la calle 12, reunieron dinero y por gestión entre catorce vecinos compraron un transformador repotenciado. La preocupación es que ya no son 14 familias sino 50 las que dependen de esa unidad generadora de electricidad, y temen por posibles fallas debido a la demanda actual.

El sedimento ocupa un canal y afecta el tránsito

“La calle 12 es la calle del olvido” indicó una de las residentes de la última etapa de Brisas de La Montañita debido a la exclusión que sienten ante cualquier plan beneficioso para la comunidad. “Todo lo que tiene que ver con ayudas, servicios públicos, alimentos y cualquier beneficio para esta zona lo reciben los habitantes de las primeras cinco calles, pero nosotros aquí en la calle 12 ni nos esteramos cuando hay reuniones” expuso otra vecina.

 

Para corroborar la teoría de exclusión indicaron que en las primeras cinco calles, tienen todos los servicios: agua, luz y cloacas, hasta alumbrado público tienen y han recibido ayuda del gobierno, pero los demás han quedado “a su suerte” no han recibido ni un bombillo por parte del Estado y no es lo justo.


Gas

Para cocinar cada familia debe resolver la compra de un cilindro de GLP, anteriormente era fácil colocar la bombona en la avenida y así cuando algún camión distribuidor de gas pasaba se concretaba el servicio, pero ahora deben cargar con las bombonas hacia la calle 16, a San Luís y otros lugares, costeando doblemente el transporte.

Salir de la versión móvil