Sólo faltaba la sorpresa de Brasil para cerrar un domingo loco, de esos que arruinan a las casas de apuestas si algún atrevido se anima a apostar por el empate de Suiza ante la pentacampeona unido a la derrota de la campeona Alemania.Pero pasó, empató la selección helvética ante una selección que sufrió la falta de ritmo de Neymar. La canarinha apostó por los ‘Beatles do jogo bonito’, los cuatro diablos que Tite ha decidido jueguen arriba, pero para que Gabriel Jesús y Willian funcionen necesitan que Neymar esté bien. El cuarto hombre, Coutinho fue el que más destacó, con un golazo espectacular desde fuera del área de rosca.
No se escondió Neymar, recibió más faltas que el resto de su equipo al completo, pero está lejos de su mejor forma física, necesita ganar confianza. Y Brasil depende demasiado del estado anímico y físico del crack.
Salía el ‘cuarteto mágico’ Brasil al campo con la consigna del seleccionador de que tuvieran muchísima movilidad, que intercambiaran posiciones, que no dejaran que la defensa suiza pudiera fijarlos. Neymar empezaba algo incómodo, muy marcado, dejando detalles de calidad pero sin chispa. Le falta ritmo a Neymar y las altas temperaturas – 25 grados al inicio del partido sumando a una humedad infernal- tampoco le ayudaba.
Suiza tuvo la primera ocasión del partido en el minuto 3 en un desajuste de la defensa brasileña con un remate de Dzemali que se marchó alto. Suficiente para que Brasil despertase y decidiera que la banda izquierda sería la que crease más peligro. Paulinho, tras una combinación con Coutinho y Neymar, tenía la primera oportunidad de Brasil para adelantarse en el marcador, pero tuvo que esperar al minuto 20 para que Coutinho firmase un golazo brutal.
El partido se fue apagando, parecía la canarinha querer reservar fuerzas, caía en el ritmo de Neymar e incluso Alisson se permitía la frivolidad de jugar con el pie ante la presión de Seferovic sin ponerse nervioso.
El descanso no sirvió para que Brasil pusiera más velocidad a su fútbol y Suiza sorprendió de la única forma posible; botó un córner que Zuber remató de cabeza antes de empujar a Miranda. Los brasileños reclamaron el VAR pero no hubo revisión de la jugada.
Tite decidió sentar a Casemiro y que entrase Fernandinho para darle más intensidad al ataque de Brasil. Necesitaba que los cuatro de arriba se activasen, especialmente Gabriel Jesús, al que le pesaba el debut.Un remate de Neymar con poco ángulo que se fue directamente fuera era la única aportación del brasileño que eso sí. Tite sentó a Paulinho para que Renato Augusto llevase a la selección aún más arriba y Coutinho tuvo una ocasión de oro tras una asistencia de Neymar en el área pequeña que controló con el pecho pero el golpeó se marchó ligeramente desviado.
Suiza paraba a Neymar con faltas o agarrones – la mejor producción de Ney fue provocar tarjetas-, Marcelo buscaba ser protagonista y acumulaba error tras error, Neymar probaba un lanzamiento desde fuera del área y entraba Firmino por Gabriel Jesús buscando el gol. Muy activo Firmino tardó un minuto en fabricar la primera ocasión, estaba volcado Brasil buscando el gol que rompiera el empate, entraba Neymar de cabeza pero le faltaba ese plus necesario para marcar.
Otro cabezazo de Roberto Firmino y el remate de Miranda posterior desesperaba a Brasil que no era capaz de romper el empate.