Bolivia recibe la «energía de la abundancia» en rituales por el solsticio

Una mujer aimara participa hoy en rituales ancestrales con ofrendas para la Pachamama y sahumerios para celebrar el solsticio de verano, y dar la bienvenida a "la energía de la abundancia", en la Plaza San Francisco, en La Paz (Bolivia). EFE

La Paz, 21 dic (EFE).- Un grupo de amautas o guías espirituales realizaron rituales ancestrales con ofrendas para la Pachamama o Madre Tierra y sahumerios para dar la bienvenida a «la energía de la abundancia» por el solsticio de verano austral en Bolivia.

Decenas de guías espirituales alistaron en la plaza San Francisco en La Paz varias mesas con flores, alimentos y sahumerios para pedir que no falte alimentos en la ceremonia ancestral «Illapacha», con la que se da la bienvenida al solsticio.

En medio de las ofrendas preparadas había una especie de pirámide de colores que encima tenía una Illa, deidad andina de piedra que trae la prosperidad, y alrededor los creyentes dejaron lanas de colores y algunas ofrendas.

No faltó la música autóctona con instrumentos como la zampoña o los tambores y los bailes con trajes tradicionales que acompañaron esta ceremonia ancestral que también se le conoce como la fiesta de las semillas.

En el acto central participó el vicepresidente de Bolivia de raíces aimaras, David Choquehuanca, la ministra de la Presidencia, Maria Nela Prada, su colega de Culturas, Sabina Orellana, y el secretario de Culturas de la Alcaldía de La Paz, Andrés Zaratti.

 

El vicepresidente de Bolivia David Choquehuanca (2-i), de raíces aimaras, participa hoy junto a su esposa Lidia Gutiérrez (c-i) en rituales ancestrales con ofrendas para la Pachamama y sahumerios para celebrar el solsticio de verano, y para dar la bienvenida a «la energía de la abundancia», en la Plaza San Francisco, en La Paz (Bolivia). EFE

UNA FECHA QUE PROVEE ENERGÍA

«Hoy es un día especial donde vamos a compartir la energía de la abundancia, de la vida, todos los seres humanos que vivimos en la parte del hemisferio sur celebramos el solsticio de verano, la mitad del tiempo», expresó el vicepresidente.

Choquehuanca resaltó en un breve discurso que este día es una «fecha cósmica» que «despierta los sentidos que están durmiendo» y que las deidades andinas piden «a gritos» que el pueblo despierte para volver al camino.

El vicepresidente agregó que hay que cargarse de la energía de este día para «garantizar el bienestar individual y colectivo» y que entre todos se puedan compartir las alegrías, tristezas y así «despertar la energía comunal».

El vicepresidente boliviano junto a las demás autoridades participaron en los rituales ancestrales en las distintas mesas y ofrendas que estaban preparadas en la plaza del centro de La Paz.

Los amautas prendieron fuego a una de las ofrendas preparadas para la Madre Tierra llena de dulces de colores junto a un feto de llama y luego levantaron las manos e hicieron sonar los «pututus», instrumentos hechos de cuernos de toro.

 

UN TIEMPO FEMENINO

Este tiempo se cree que es femenino en el que se pide abundancia, prosperidad a los ancestros y a las deidades como el sol, la luna y las Illas, contó a Efe Wilfredo Murga parte del Consejo Nacional de Amautas.

En tanto, el expresidente Evo Morales junto al presidente de la Cámara de Diputados, Freddy Mamani, participaron en un acto en la ciudadela prehispánica de Tiahuanaco para “nutrirse de energía positiva”.

En esta ocasión se pidió a los ancestros que «traigan» lluvia al campo para que no afecte la sequía a los cultivos, ya que también comienza el tiempo de la siembra.

Esta ceremonia ancestral fue rescatada de las tradiciones que perviven en las zonas rurales en el altiplano boliviano con motivo del 21 de diciembre, el día que se celebra el solsticio cuando el sol está en su máxima expresión.

Además en esta fiesta se recuerda la primera siembra que se realizó en septiembre y los primeros «frutos» se los entrega como muestra de agradecimiento a las deidades.

Salir de la versión móvil