En el municipio Boconó del estado Trujillo, específicamente enclavados en el sector La Horchila de la parroquia San Miguel, se encuentra la finca San Pedro, con más de 20 años de experiencia en el cultivo de champiñones de variedades París (blanco) y Portobello (marrón), con presencia de forma comercial en 30% del territorio nacional.
Por décadas, connotados empresarios de la localidad se han dedicado a esta actividad productiva. Actualmente, se mantienen activos 12 productores independientes con el uso de compost y semillas de Champiñones San Pedro C, A del estado Lara, que en una alianza estratégica hizo florecer lo que hoy día conocemos como Agroinversiones Gran País C. A.
Producción regional
A nivel regional se estima una producción de entre 25 y 30 mil kilos de hongos comestibles y, Agroinversiones Gran País, aporta al estado Trujillo 15 mil kilos mensuales a esa significativa distribución nacional, aunque su capacidad instalada es de 16 galpones para 36 mil bolsas.
“Nacemos por tomarle la palabra a nuestro buen amigo José Antonio Gutiérrez, dueño de Champiñones San Pedro, porque al igual que él creemos que este municipio, estado y país tienen que levantarse y, precisamente, el cultivo del champiñón mantiene el crecimiento económico de la región y de Venezuela; conjuntamente con el café”, explicó el gerente general de Agroinversiones Gran País, Lcdo. César Vetancourt.
“Compartimos la actividad agrícola y productiva sanamente en el mercado. Para la elaboración del compost, se buscan insumos que van desde Palmasola en Tucacas, hasta paja de arroz en Portuguesa y caña de azúcar en la Pastora, es decir, se integra todo un proceso productivo para mantenernos activos”, indicó Vetancourt.
Apoyo a productores
Una de las enfermedades que más atacan al cultivo del champiñón en Boconó, es el Trichoderma y los agricultores utilizan el Trichoderma como apoyo al cultivo del repollo, brócoli y coliflor. Por esta razón, Gran País dona el abono que se descarta en cada proceso a productores vecinos para que aumenten la calidad nutritiva a sus suelos, a cambio de que en determinados momentos no siembren este tipo de hortalizas.
Estas alianzas se realizan con agricultores de parroquias circunvecinas como Rafael Rangel, Burbusay y San Miguel. Adicional, mantienen planes de recuperación y mantenimiento de la vía hacia la Horchila, en su mayoría de tierra y afectada considerablemente por las lluvias.
Proceso del cultivo
“La comercialización no genera riquezas, el sector agroindustrial sí, en el sentido de productividad y calidad de vida de las familias dedicadas al rubro champiñonero; de hecho, en el centro de compostaje en la Pastora, se dan cursos de adiestramiento para que el productor vea las cualidades y dificultades por las que se puede pasar en el proceso”, agregó César Vetancourt.
La cosecha del champiñón es una actividad que se inicia con el primer rayo del sol, pero que se puede extender hasta altas horas de la noche, cuando la producción así lo amerita. “Se inocula la semilla (micelio) en un laboratorio especializado, se pasteuriza el compost y finalmente se cultiva en bolsas plásticas de 15 kilogramos en la planta de producción, en cuartos debidamente acondicionados, con niveles de temperatura y dióxido de carbono (Co2) requeridos en las diversas fases del cultivo”.
El champiñón es rico en magnesio, selenio, vitaminas C y D, calcio, proteínas y con cero colesterol, además es un producto con grandes beneficios afrodisíacos y, científicamente se ha comprobado, su incidencia en la prevención del deterioro cognitivo y el cáncer, de útero y próstata.
LOS DATOS
12 productores independientes boconeses se mantienen activos en el cultivo de champiñones.
60 % de la distribución regional de champiñones sale de Agroinversiones Gran País, quienes están presentes en 30 % del territorio nacional con presentaciones al vacío naturales, encurtidos o en vinagreta, fileteados y enteros.
Karley Durán. CNP: 23.921
@soykarleyduran
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