«Yo como un venezolano humilde estoy convencido que los venezolanos hemos perdido hasta la esperanza de lograr un cambio para nuestro país. ¿Por qué digo esto? Porque la gente tenía la confianza en ver resurgir una unidad que verdaderamente se mantuviera sin asperezas y de común acuerdo en mantener un profundo rechazó a este régimen que lleva más de 20 años».
Así lo dijo Ricardo Berti, conocido cariñosamente como el “Loco Berti” y quien conduce un programa de opinión desde hace más de 40 años.
Por su experiencia de hombre público formado en las entrañas de Copei, el Loco Berti no concibe que la única esperanza que era la oposición, hoy día se encuentra a la deriva, desunida confrontándose más entre ellos mismos que contra el gobierno y esto solo se puede ver en nuestro país, porque muchos de nuestros dirigentes cansados de ser opositores, se les abrieron las agallas.
90% somos católicos
La oposición hasta hace poco contaba también con la iglesia como un gran aliado, porque el 90% de los venezolanos somos católicos, apostólicos y romanos y en un porcentaje similar mantenemos posición de rechazo al actual régimen.
No obstante todos recuerdan el comunicado que publicaron las autoridades eclesiásticas de Venezuela donde prácticamente llamaron al pueblo a que participara en las elecciones del 6-D. Que todos los electores salgamos a votar porque este es un deber constitucional.
Todos sabemos porque no es secreto que se escogió un CNE viciado cuyos integrantes conjuntamente con el TSJ prácticamente han borrado a las autoridades de los partidos y junto a ellos nombrar directivas Ad Hoc, de los partidos que han sido firmes defensores de la democracia: AD, Copei, PJ, VP, incluso de aquellos que se consideran de tendencia izquierdista como BR, Patria para Todos y Tupamaros, entre otros, que integraban El Gran Polo Patriótico.
Con todo respeto pero después de lo sucedido me atrevo a decir que la CEV no tiene conciencia cuando en su comunicado nos indica que salgamos a votar.
Yo no creo que a la jerarquía de la iglesia se le haya olvidado que cuando empezó este régimen hace algo más de 20 años, las iglesias no padecían de consecuencias económicas porque cada gobierno democrático mantenía un subsidio a través del Ministerio de Justicia y la División de Cultos, pero las partidas fueron eliminadas de un solo plumazo.
Ahora digo lo siguiente y sigo siendo muy católico, pero a lo mejor me van a excomulgar por lo que voy a decir “Pero no estoy de acuerdo con ese llamado que nos hizo la iglesia de ir a sufragar el 6-D”.
Esto deja entrever – continua Berti – que la iglesia con su pronunciamiento aplaudió las malas acciones emprendidas por el usurpador gobierno nacional que violando la CRBV, primero le dio el visto bueno al nombramiento de un CNE a la medida gubernamental, ignorando las competencias de la AN.
No obstante reconocemos que los obispos se pronunciaron a mediados de octubre, manifestando que “es inmoral convocar elecciones cuando el pueblo sufre y ni el gobierno, ni la oposición disidente han presentado un proyecto país y porque el pueblo reclama a gritos un cambio de actitud en toda la dirigencia política.
Luego tampoco consideramos factible que una cabeza visible de la oposición nacional como Enrique Capriles, también nos haya llamado a votar lo cual generó una gran confusión en el electorado que pese a su posterior rectificación aún mucha gente sigue confundida por no tener suficientemente clara la posición del referido dirigente.
Oposición discrepante
Soy de los que creo que la oposición tendrá que batirse muy bonito si no quiere que la consulta electoral que tienen prevista para este mismo año, pueda sellar la derrota de la esperanza.
Seguimos viendo una oposición muy discrepante y distante unos de otros y el electorado si acude a votar, no elegirá y si no lo hacemos, tampoco decidiremos, por lo que este 6-D en un callejón sin salida, estaríamos perdiendo hasta las esperanzas.
Lo que debemos evitar es seguirle dando piso político a las acciones del gobierno y al menos debemos rescatar las esperanzas, que como dice el dicho, son las últimas que se pierden, pero no hay que perder de vista el desanimo de la gente, que no sabe qué hacer porque en este país se está muriendo de hambre mucho venezolano.
No hay dinero para cumplir los tratamientos médicos. No se puede asistir al trabajo por falta de transporte porque no hay combustibles y tampoco funcionan los servicios públicos.
Amparados en el estado de alerta mundial, el gobierno ataja todo lo que el pueblo quiere hacer para sobrevivir y ahora sus voceros hasta nos recomiendan cortar los árboles para cocinar con leña, pero no hace nada para buscar una solución al GLP.
La única solución
Finalmente Ricardo Berti ratificó: Creo que hasta hoy las esperanzas están pérdidas y quien sabe que más tengamos que perder – y confirmó su apreciación en los siguiente términos – por algo me dicen “El loco Berti” por lo que con mi ignorancia por dentro, pero con la fe puesta en Dios “La única solución que veo, es que de común acuerdo antes del 6-D se produzca una suspensión de elecciones y de no, lamentablemente hay que apagar la luz.