La tarde del martes 4 de junio, los transportistas del municipio Boconó anunciaron paro indefinido como medida de presión para que las autoridades municipales y el Instituto Nacional de Transporte Terrestre (Intt) acepten la tarifa de 500 bolívares rutas cortas y 600 bolívares rutas largas, por lo que hasta tanto esto no se haga realidad los boconeses tendrán que movilizarse a pie o recurrir a las llamadas «perreras» que cobran hasta 1000 bolívares para cada destino.
Javier Carrillo, dirigente del Sindicato de Transporte, expresó que la decisión fue unánime por la inconformidad de las tarifas publicadas en gaceta nacional y decreto municipal, «nosotros no podemos trabajar por 350 y 450 bolívares, eso no cubre los gastos operativos de las unidades», dijo.
Transportistas exigen tarifa de 500 bolívares
Aclaró que en la parada de la Avenida Rotaria con alrededor de 1000 usuarios se acordó cobrar 500 y 600, mientras aseguró que 85% de los usuarios de a pie están dispuestos a pagar este monto, sin embargo para evitar las medidas sancionatorias que establece el decreto 008 de la Alcaldía de Boconó: suspensión de licencia y concesión, retención de placa y vehículo y procedimiento por Fiscalía, prefieren apagar los motores de 70 unidades urbanas activas a medida máquina.
Asimismo, el dirigente denunció que en las estaciones de servicio los transportistas no son priorizados porque una unidad se demora en cola hasta mediodía. Además, les condicionan el suministro de combustible a 50, 60 y 70 litros por tanque cuando muchos son de hasta 140 litros.
Entre tanto, Raúl Ponciano, sobre este caso del transporte público en Boconó aseguró que hay conductores que bajan a los usuarios de las unidades específicamente en el CDI por no pagar 500 bolívares, mientras otros cobran hasta 800 bolívares para la ruta centro-Mosquey.
Piden apoyo
Carrillo manifestó que el gremio que agrupa las líneas Santa Eduviges, La Rápida, Jardín de Venezuela, Rocío de la Mañana y Monseñor Jáuregui, está dispuesto al diálogo pero no a trabajar con una pasaje de 350 y 450 bolívares respectivamente. Argumentó que en ciudades como Caracas, Barinas, Guanare, Valera y Trujillo se pidió un ajuste mínimo de 500 bolívares, por lo que pide el rapaldo a los conductores de rutas periféricas, interurbanas y suburbanas para lograr este objetivo en el municipio.