El problema del abastecimiento de combustible en el municipio Boconó pica y se extiende. Durante la semana pasada y el mismo fin de semana se observaron kilométricas colas en dos de seis estaciones de servicio que luego de un par de días recibieron gasolina; esto hizo que la mayoría de las personas se mostraran molestas tras perder varias horas de trabajo.
Sin embargo, la rabia también fue generada por la desorganización en las bombas cuando funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana, los cuales de acuerdo a testimonios, «colean» descaradamente a amigos y familiares. Mientras que varios conductores reservan entre uno y tres puestos más para sus allegados; lo que duplica la espera.
Pierden entre dos y tres días de trabajo por hacer largas colas
Francisco Carmona se desempeña como agricultor y además de tener gasolina en su vehículo necesita combustible para poner operativa la máquina de fumigar y la planta eléctrica, pero sólo puede llegar a Boconó cada ocho días para llenar el tanque y un bindón. «Sigo viniendo cada semana pero ahora me tardo dos días para surtir de gasolina y eso significa cuantiosas pérdidas para mí», alega.
Eduardo Viera por su parte, recomienda que propietarios de estaciones de servicio entreguen tickets para que nadie se colee y así quien no este de manera ordenada en la cola no surta ni aparte puestos.
En contraposición, encargados de las gasolineras manifiestan que es difícil controlar las colas porque deben priorizar casos del sector salud, organismos gubernamentales e instituciones prestadoras de servicio, a la vez todas las emergencias que se puedan presentar.
Del suministro, dijeron que la Empresa Nacional de Pdvsa, como a inicio del año, redujo la cantidad de gandolas semanales para cada estación. Antes llegaba día por medio a cada una de las seis que hay en la localidad, ahora llega una por semana y eso aumenta la demanda.
También comentaron que muchos conductores alarmados por confirmar que la escasez de gasolina se da a nivel nacional, han optado por hacer su cola, llenar su tanque, vaciarlo y repetir el proceso; aunque como todo hay en la viña del Señor, otros hacen lo mismo pero para comercializar de manera ilegal el combustible.
Testimonios
Jairo Calderon: «Vengo del sector Vega Abajo y tengo dos días y una noche tratando de recargar combustible. Esto está terrible porque se nos suma desde hace un mes la escasez de gas y los racionamientos eléctricos».
Tres colas
En cada gasolinera se observan tres colas, la de los que se quedan días y noches religiosamente, las «preferenciales» y la de los transportistas, que aunque no se ven laborando diariamente y en sus respectivas rutas, si llegan como «manadas» a las colas para surtir de combustible.