Karley Durán.- CNP: 23.921.
En un recorrido por la hacienda “Granja Samán” del boconés Vicente Carillo e hijos, se pudo apreciar que el cultivo de café sigue marcando pauta en el Jardín de Venezuela y su calidad trata de llegar a los lugares más lejanos del mundo, sin embargo falta “educar el campo”, reducir el analfabetismo, mejorar las vialidades agrícolas y servicios básicos para hacer de la agricultura el motor de desarrollo de Venezuela.
En exclusiva para Diario de Los Andes, el conocido “Chente Carrillo” compartió su visión de país desde la caficultura, “Venezuela necesita educación, los campos deben estar dotados de buenas escuelas, buena vialidad, servicios y comedores; subsidiados por el gobierno”.
“Aquí demos juntarnos todos y no dejarle los problemas a un hombrecito, debemos meter el pecho, trabajar y hacer país”, dijo Carrillo, quien con más de 30 años en el ramo cafetalero y una profunda fe en el cultivo, mantiene de pie una finca con cultivo orgánico de Colombia 27 a libre exposición, sembrada a 1.20 por 1.20 con densidad que da 1.600 plantas por hectárea, por lo que estima una producción de más de 100 quintales por hectárea.
Refiere que este café ha sido mostrado en mercados y concursos de Afganistán y Turquía y lo industrializan empresas como Café Blandin y Café del Sur que garantizan el pago en divisas y por ende un salario digno a los obreros, que adicionalmente reciben leche de vaca, huevos y maíz por su labor de campo.
Recomienda a los productores de café ser más eficientes y buscar mejores semillas e híbridos resistentes a la roya y la broca e implementar la cultura orgánica con la realización de compost para que la plantación de granos grandes y pesados.