Jerusalén, 19 ago (EFE).- El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, despliega todo su poder diplomático en Israel para alcanzar un pacto de cese el fuego con el grupo islamista Hamás tras más de 10 meses de guerra, mientras el Ejército israelí continúa sus combates en la devastada Franja de Gaza.
En su novena visita a Israel desde que estalló la guerra el 7 de octubre, Blinken dijo que, el de ahora, «es un momento decisivo, probablemente la mejor y tal vez la última oportunidad» para lograr una tregua, que permita liberar a los rehenes que Hamás aún tiene secuestrados en Gaza y entregar más ayuda humanitaria al enclave palestino.
Pero al recibirlo en su oficina de Jerusalén durante casi tres horas, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, le insistió en que se mantendrá «firme» en las negociaciones con Hamás para no ceder en las «necesidades de seguridad de Israel».
En su reunión en Tel Aviv con el presidente israelí, Isaac Herzog, el máximo responsable de la diplomacia estadounidense dejó claro que su país quiere un pacto cuanto antes, también para disminuir la tensión bélica en todo Oriente Medio.
«Estamos muy preocupados por la posibilidad de que haya ataques desde Irán, de (la milicia chií libanesa) Hizbulá y otros actores (…) Estados Unidos está dando pasos para desplegar fuerzas aquí para disuadir cualquier ataque, y si fuera necesario, para defender (a Israel)», aseguró Blinken.
Irán, el mayor enemigo de Israel, aseguró que apoya las negociaciones de un alto el fuego a pesar de sus diferencias con Estados Unidos y considerar que el Estado judío no quiere una tregua.
La república islámica, aliada de milicias propalestinas en Oriente Medio, también afirmó que no busca aumentar las tensiones en la región, pero reiteró su derecho a «castigar» a Israel por el ataque -que le atribuye- en Teherán el 31 de julio, en el que murió el entonces líder político de Hamas, Ismail Haniyeh.
Batalla diplomática
Netanyahu instó el domingo a los países mediadores -Estados Unidos, Catar y Egipto- a presionar a Hamás y no a Israel, y reiteró su firmeza en dos puntos centrales: no cesar la ofensiva militar hasta desmantelar al grupo islamista y no retirar a sus tropas del estratégico Corredor de Filadelfia, que abarca toda la línea fronteriza entre Gaza y Egipto.
El equipo negociador de Israel se reunió durante el fin de semana con los mediadores en Doha, una cita a la que no acudió Hamás, demandando que, en vez de nuevas negociaciones, se aplicara lo que ya se había acordado en meses previos con base en una propuesta del presidente estadounidense, Joe Biden.
«La nueva propuesta» que surgió en Doha «responde a las condiciones impuestas por Netanyahu y es consistente con ellas», lamentó Hamás el domingo, al rechazar lo acordado en Catar.
El grupo islamista critica que la nueva propuesta no incluya un cese el fuego definitivo ni la retirada integral de las tropas israelíes de la Franja de Gaza, y que acceda a la «insistencia» de Netanyahu de que el Ejército israelí siga controlando el cruce de Netzarim (que conecta el norte con el sur de la Franja), el paso fronterizo de la ciudad gazatí de Rafah (con Egipto) y el Corredor de Filadelfia.
Pese a las intransigencias, Netanyahu aseguró a Blinken que una delegación israelí continuará las negociaciones en El Cairo esta semana, según medios locales.
Según filtraciones a la prensa, la nueva propuesta estipula que el alto el fuego permanente se negociaría una vez iniciada la tregua provisional, aunque no habla de una retirada total de las tropas israelíes de la Franja; mientras Egipto e Israel habrían acordado que tropas israelíes estén desplegadas en el corredor de Filadelfia a cambio de abrir el cruce de Rafah y dejarlo bajo seguridad palestina.
Combates en Gaza
A pesar del impulso negociador, la ofensiva israelí en Gaza continúa, y este domingo las tropas terrestres israelíes extendieron sus operaciones a partes de Jan Yunis (sur) y, por primera vez, a la localidad de Deir al Balah (centro), donde cerca de un millón de desplazados de la guerra se refugian.
El Ejército de Israel informó de la destrucción de un túnel de 1,5 kilómetros de largo que era utilizado por Hamás en Jan Yunis, una importante zona del sur del enclave que históricamente ha sido bastión de milicias palestinas, y donde ayer los soldados mataron al periodista palestino Ibrahim Mohreb e hirieron a la reportera Salma Qadumi.
Solo en las últimas horas han muerto unas 65 personas en la Franja de Gaza, donde desde que estalló la guerra ya suman 40.139 muertos, 92.743 heridos, 10.000 desaparecidos bajo los escombros y 1,9 millones de desplazados que sobreviven una crisis humanitaria sin precedentes.
La guerra se inició con un ataque de Hamás contra Israel que dejó unos 1.200 muertos y 251 secuestrados, de los cuales 111 continúan en Gaza, aunque al menos 39 han perdido la vida.
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