Ernesto Rodríguez (ernestorodri49@gmail.com)
En el planeta está ocurriendo un ecocidio de inmensas proporciones. La biodiversidad en la biosfera está disminuyendo a un ritmo alarmante, y eso, unido a la alteración climatológica y el recalentamiento atmosférico, está causando sequías e inundaciones que ocasionarán hambrunas de millones de personas. En efecto, en mi artículo ‘LA BIOSFERA ESTÁ MURIENDO’ (15/08/2021) publicado en este Diario, vimos datos espeluznantes sobre la amenaza ecocida que se cierne sobre la biosfera y la humanidad. Entonces hoy más que nunca adquiere importancia promover la biofilia (del griego: amor por lo viviente) en todo el planeta.
La vida se originó hace unos 3.800 millones de años y todos los seres vivos estamos emparentados, lo cual se evidencia en el hecho de que compartimos genes. El notable poeta inglés William Blake (1757-1827), en su poemario titulado: ‘Cantos de Experiencia’ (1794), incluye un poema titulado: ‘La Mosca’ en el cual dice, entre otras cosas: “¿No soy una mosca / Lo mismo que tú? / ¿No eres tú persona / Lo mismo que yo?”…Probablemente cuando Blake expresó eso en el siglo XVIII nunca se imaginó que años después la ciencia descubriría que tenía mucha razón, porque se ha descubierto que los humanos compartimos un número significativo de genes con todos los demás seres vivos, entre ellos la mosca. Veamos algunos datos ilustrativos: En el magazine ‘National Geographic’ en castellano de julio de 2013, el notable divulgador de temas científicos estadounidense Carl Zimmer (nac. 1966), publica una apasionante reseña titulada: ‘Somos genes, Ellos también’ (Pags. 34 y 35). Todos los seres vivos son portadores de un ‘código hereditario’ que radica en los genes, que son secuencias de la macromolécula ADN. Esos genes son los causantes de que muchas de las características de los hijos se parezcan a las de sus progenitores. En el caso de los humanos por ejemplo el color de los ojos etc., etc.
Carl Zimmer dice: “Un humano y un grano de arroz tal vez no se parezcan. Y, sin embargo, compartimos una cuarta parte de nuestros genes” (Pag. 34). En efecto, en ese número de National Geographic se publica el porcentaje de genes que los humanos compartimos con diversas especies: Con la levadura compartimos un 18 % de nuestros genes….¡Cada vez que usted tome cerveza piense que el microorganismo que fermentó esa cerveza comparte genes con usted!!!…Con el arroz o con la uva compartimos un 24 % de nuestros genes. Con los gusanos nematodos compartimos un 38 % de nuestros genes. Con la abeja compartimos un 44 %. Con la mosquita de la fruta (Drosophila melanogaster) compartimos un 47 %. Con el pollo compartimos un 65 %. Con el ornitorrinco compartimos un 69 %. Con un perro un 84 %. Con una vaca un 85 %. Con un ratón compartimos un 88 % de nuestros genes (lo cual quizás a muchas personas les causará un desagrado).
Asimismo, recordemos siempre que la similitud entre el ADN del chimpancé y el ADN del humano es casi de un 99 % y que el ADN del chimpancé se parece más al ADN del humano que al ADN del gorila, y viceversa, el ADN del humano se parece más al ADN del chimpancé que al ADN del gorila. Veamos algunos datos ilustrativos. Entre humano y chimpancé la diferencia de ADN es solamente de 1,2 %. Entre humano y gorila es de 1,6 %. Entre chimpancé y gorila es de 1,6 %. Entre orangután y chimpancé es de 3,1 %. Entre orangután y gorila es de 3,1 %, y entre orangután y humano es de 3,1 % (1)
En el año 2018 se logró hacer un estudio mucho más completo que confirmó esa similitud genética entre humano y simios. En efecto, Evan Eichler y su equipo de la Universidad de Washington, estudiaron la similitud entre genomas de humanos, chimpancés, gorila y orangutanes. Con las anteriores tecnologías se podían reconstruir genomas con pocos segmentos de centenares de bases. Pero Eichler y su equipo analizaron fragmentos de miles de pares de bases de nucleótidos. Lograron comparar los genomas con mucha más precisión. Compararon cada segmento de 1.000 pares de bases de nucleótidos en cada especie y determinaron cuánto difería cada segmento entre las especies. Consideraron todo el genoma y encontraron que los chimpancés y los humanos difieren en un 1,27 %, Es decir, somos 98,8 % idénticos a chimpancés. El gorila solamente difiere del humano en 1,61 % y el orangután difiere en 3,12 % (2)…¡Por eso en el esquema de la actual taxonomía cladística de los seres vivos los humanos son ubicados como el ‘tercer chimpancé’!!! …¡La ciencia derrumba cómodas creencias!!! (3).
Veamos otros datos. El zoólogo estadounidense David P. Barash (nac. 1946), refiere una investigación que vale la pena citar literalmente: “Un artículo en el ‘New England Journal of Medicine’, refiere que entre 60 % y 80 % de los genes que causan enfermedades en el humano tienen formas paralelas en la mosca de la fruta. Un porcentaje de diferencia algo menor se encuentra en el gusano nematodo ‘Caenorhabditis elegans’, mientras el pez cebra ‘Danio rerio’ tiene genes que son correspondientes a cada gene causante de enfermedad en el ‘Homo sapiens” (4).
Estos descubrimientos son impactantes al igual que el reciente descubrimiento de que todos los seres vivos en el planeta compartimos por lo menos unos 500 genes. La clasificación más reciente de todos los seres vivos se basa en las investigaciones sobre la bioquímica y la genética, y Carl R. Woese (1928-2012), microbiólogo estadounidense, y su equipo de la Universidad de Illinois, establecieron tres grandes dominios de los seres vivos que ahora conocemos como: ‘Arquea’, ‘Bacteria’, y ‘Eukarya’. Pero lo más interesante es que todos los seres vivos de los tres dominios compartimos al menos unos 500 genes. Citemos las palabras del zoólogo estadounidense Sean B. Carroll (nac. 1960): “Más sorprendente, cuando comparamos los genomas de Arquea, Bacteria, Fungi, Plantae y Animalia, encontramos unos 500 genes que existen en todos estos grupos de la vida” (5).
Igualmente, durante el desarrollo embrionario de los animales participan genes llamados ‘genes Hox’ y se ha detectado una correspondencia entre ciertos genes Hox de un humano, un ratón y una mosquita drosofila. Por supuesto no son genes Hox idénticos pero son similares en su función. Lo mismo podemos decir de una familia de genes conocida como ‘Tinman’ que coordina la fabricación del corazón en el embrión de una mosquita drosofila, un ratón y un humano, aunque obviamente no son genes idénticos (6).
Los ejemplos mencionados evidencian que todas las especies en el planeta están emparentadas y eso se explica porque todos los seres vivos han sido el resultado de un proceso de evolución. El gran aporte que hizo el genial naturalista inglés Charles Darwin (1809-1882) fue proponer una teoría que nos permite comprender cómo han evolucionado todos los seres vivos, inclusive nosotros, de una manera absolutamente natural. Vamos a citar el bello pasaje con el cual Darwin finaliza su obra ‘El Origen de las Especies’ en la primera edición de 1859: “Hay majestad en esta idea de la vida, con sus diversas facultades, conferida originalmente a unas pocas formas, o a una sola; y también en que, mientras este planeta giraba de acuerdo con las leyes fijas de la gravedad, de un comienzo tan sencillo, infinitas formas de gran belleza y maravilla han evolucionado y siguen evolucionando” (final Cap. XIV)….¡Por eso todos debemos desarrollar una conciencia de biofilia y conservar la maravillosa biodiversidad que hay en nuestro planeta y nuestro país!.
Sobre cómo deben ser tratados los animales, vamos a recordar al gran autor italiano Leonardo da Vinci (1452-1519), que en una ocasión dijo: “llegará el momento en que los hombres (…) considerarán que matar animales es como matar a personas” (7). El gran líder de la India, Mahatma Gandhi (1869-1948) dijo: “Los animales inferiores son nuestros hermanos. Yo incluyo entre ellos al león y el tigre. Nosotros no sabemos cómo vivir con estas bestias carnívoras y con reptiles venenosos debido a nuestra ignorancia. Cuando el hombre se supere, aprenderá a ser amistoso incluso con este tipo de animales” (8). Para las personas religiosas, es importante recordar también la apreciación del autor italiano conocido como San Francisco de Asís (1181?-1226), que expresó: “Si usted tiene personas que excluyen de su compasión y piedad a algunas de las criaturas de Dios, entonces usted tendrá personas que también tratarán sin piedad ni compasión a sus propios hermanos” (9). Vamos a citar también esta bella apreciación de Darwin: “Una de las últimas adquisiciones morales parece ser la simpatía que se extiende más allá de los límites de la humanidad (…) Esta virtud, que es una de las más nobles que el hombre posee, parece tener su origen incidental en que nuestras simpatías, al hacerse más delicadas y extenderse más ampliamente, alcanzan finalmente a todos los seres sensibles. Tan pronto como esta virtud es respetada y practicada por algunos pocos individuos, y se esparce por medio de la instrucción, por ejemplo a los jóvenes, eventualmente llega a formar parte de la opinión pública” (10). Finalmente podemos citar la apreciación del filósofo inglés Jeremy Bentham (1748-1842): “La cuestión no es ¿Pueden los animales razonar?, ni ¿Pueden hablar?, sino ¿Pueden sufrir?” (11)…En conclusión…¡Es muy importante la biofilia!!!
NOTAS: (1) Pag. 55 en Alice Roberts (2011) ‘Evolution. The Human Story’ (2) Pag. 857 en Douglas J. Emlen and Carl Zimmer (2020, third edition) ‘Evolution. Making Sense of Life’ (3) Véase Jared Diamond (1992) ‘The Third Chimpanzee. The Evolution and Future of the Human Animal’ (4) Pag. 168 en David P. Barash (2008) ‘Natural Selections’ (5) Pag. 79 en Sean B. Carroll (2006) ‘The Making of the Fittest’ (6) Pags. 414-424 en Richard Dawkins (2004) ‘The Ancestor’s Tale’ (7) Pag. 34 en ‘Random House Webster’s Quotationary’. Random House (1999) (8) Pag. 34 en ‘Random House Webster’s Quotationary’, Op.Cit. (9) Pag. 34 en ‘Random House Webster’s Quotationary’, Op.Cit. (10) Parte I, Cap. 4 en Segunda Edición (1874) de Darwin: ‘Descendencia del Hombre y Selección en Relación al Sexo’. (11) Pag. 33 en ‘Random House Webster’s Quotationary’ Op.Cit.