Washington, 9 sep (EFE).- El presidente estadounidense, Joe Biden, acudió este viernes al estado electoralmente clave de Ohio para promocionar los chips «hechos en Estados Unidos» y no en China, en un mensaje destinado a conquistar a la clase obrera a dos meses de las elecciones legislativas.
«¡Amigos!, el futuro de la industria de los chips se va a construir aquí, en Estados Unidos», proclamó Biden.
El mandatario pronunció un encendido discurso al aire libre en el terreno del condado de Licking (Ohio) sobre el que se construirá una fábrica que empezará a producir chips en 2025 y en la que Intel ha invertido 20.000 millones de dólares.
Biden describió ese terreno como «un campo de sueños» en el que trabajarán juntos ingenieros, científicos, estudiantes de universidad y artesanos para crear sofisticados chips, cruciales para el funcionamiento de cualquier aparato electrónico y que escasean en Estados Unidos.
La pandemia provocó interrupciones en la cadena de suministro, ya que esos semiconductores se fabrican en su mayoría en China. Como consecuencia, los precios aumentaron en los productos que dependen de ellos, como los vehículos, y ha habido un aumento en la inflación.
Ante esa situación, Biden aseguró que es necesario que Estados Unidos incremente la producción de esos materiales y vuelva a ocupar el lugar que detentaba hace 30 años, cuando el 30 % de esos materiales se fabricaban dentro del país frente al 10 % de la actualidad.
«Tenemos que fabricar esos chips aquí mismo, en Estados Unidos, para rebajar los precios y crear buenos trabajos», insistió Biden, quien aseguró que la fábrica de Intel traerá a Ohio 3.000 empleos.
INVERSIÓN DOMÉSTICA PARA ALEJAR A CHINA
El mandatario, además, usó la ocasión para promocionar una ley que aprobó en julio el Congreso y que contempla una inversión total de 280.000 millones de dólares, de los que 52.700 millones de dólares están dirigidos a fomentar la construcción y ampliación de fábricas nacionales de semiconductores con subsidios y créditos adicionales.
Todo ello con el objetivo de revertir la enorme dependencia que tiene Estados Unidos de microchips fabricados en el extranjero, especialmente en China.
Al respecto, Biden volvió a acusar al Gobierno chino de haber presionado a algunas empresas estadounidenses para evitar que saliera adelante esa ley, dando a elegir a esas compañías entre hacer negocios en Estados Unidos o en China.
«No es de extrañar que el Partido Comunista Chino presionara activamente a las empresas estadounidenses contra este proyecto de ley», arremetió. El presidente tenía de fondo varias excavadoras amarillas que seguían haciendo ruido mientras pronunciaba sus palabras y sobre las que colgaban enormes banderas de Estados Unidos.
OHIO, CLAVE PARA EL CONTROL DEL SENADO
La visita a Ohio forma parte de la estrategia de Biden para ayudar al Partido Demócrata en las elecciones legislativas de noviembre, en las que tradicionalmente la fuerza política que controla la Casa Blanca pierde escaños en el Congreso.
Ohio, un estado del medio oeste considerado un termómetro de la temperatura política de EE.UU., podría decidir qué partido se hará en noviembre con el Senado, actualmente controlado por los demócratas.
En Ohio está en juego un escaño clave de la Cámara Alta por el que compiten el republicano J.D. Vance y el demócrata Tim Ryan, quien estuvo en la ceremonia pero que se ha distanciado de Biden en varios asuntos, como el perdón a parte de la deuda contraída por estudiantes universitarios.
Justo ayer jueves en declaraciones a la cadena local WFMJ, Ryan puso en duda que Biden deba presentarse a la reelección en 2024 al decir que tanto demócratas como republicanos necesitan un «nuevo liderazgo», y argumentó que es hora de que una nueva generación tome las riendas.
En contraste, Vance ha hecho todo lo posible para mostrar sus similitudes con el expresidente republicano Donald Trump, con el que tiene previsto celebrar un mitin en Youngstown (Ohio) el 17 de septiembre.
Vance, un gestor de un fondo de inversión, saltó a la fama en 2016 con la publicación del libro «Hillbilly: una elegía rural», en el que retrata la desesperación de una familia de raza blanca acechada por las adicciones, la falta de empleo y la decadencia económica.
Esa obra, llevada al cine, está considerada como el mejor retrato hasta ahora del votante de Trump en las zonas rurales del país.
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