Tokio, 22 may (EFE).- El presidente de EE.UU., Joe Biden, concluyó este domingo su visita oficial a Corea del Sur y llegó a Japón, nueva parada de su gira asiática, centrada en abordar los desafíos armamentísticos de Pionyang y en ampliar la cooperación frente al auge económico y militar de China.
Biden se reunirá este lunes en Tokio con el primer ministro nipón, Fumio Kishida, y tiene previsto anunciar el mismo día la creación del Marco Económico del Indopacífico (IPEF), una nueva iniciativa a la que se sumará Tokio y cuyo objetivo es reforzar lazos comerciales entre EE.UU. y sus principales socios en Asia.
El martes, el mandatario de la Casa Blanca participará en la capital nipona en una cumbre de líderes del grupo Quad, donde además de Japón y EE.UU. se integran Australia y la India, con los que aspira a reivindicar la defensa común de «un Indopacífico libre» y «abierto al comercio».
Ambos esquemas multilaterales han sido concebidos por Washington con la idea de contrarrestar la influencia creciente de Pekín en Asia-Pacífico, y cuentan con el respaldo de Tokio como socio clave en la región aunque están a la espera de cristalizar en medidas más concretas.
MÁS COOPERACIÓN Y DISUASIÓN EN COREA
Biden dedicó sus tres días de visita oficial a Corea del Sur a profundizar la cooperación económica en sectores estratégicos como los semiconductores o los vehículos eléctricos, y a entablar una relación de confianza con el flamante presidente surcoreano, Yoon Suk-yeol.
La reunión entre ambos mandatarios se produjo solo once días después de que Yoon asumiera el cargo, lo que según la Casa Blanca supone lo más pronto que se ha reunido un presidente estadounidense con un homólogo surcoreano tras acceder al cargo y demuestra la importancia que Washignton concede a Seúl como aliado.
Biden se comprometió durante la cumbre bilateral a fortalecer la capacidad de disuasión de en la península coreana, lo que incluye «el compromiso de desplegar activos militares estratégicos estadounidense de manera oportuna y coordinada según sea necesario», según la declaración conjunta.
Pese a que afirmó que Washington y Seúl están «preparados» para responder a cualquier provocación de Pionyang, y en concreto a un test nuclear o de misiles como los que parece que prepara el régimen de forma inminente, Biden también dejó la puerta a retomar el diálogo con el líder norcoreano, Kim Jong-un.
El mandatario de la Casa Blanca también reiteró su oferta de asistencia sanitaria, incluyendo vacunas, a Corea del Norte, un país que suma 2,64 millones de posibles contagios de covid-19 desde que confirmó su primer caso el pasado día 12, ante lo cual Pionyang no ha dado respuesta alguna por el momento.
Biden concluyó su estancia en Corea del Sur con una visita a la base aérea de Osan, a unos 70 kilómetros al sur de Seúl, donde departió con personal militar estadounidense y surcoreano, a quienes agradeció «su papel central» a la hora de defender la península.
QUAD Y NUEVO MARCO ECONÓMICO EN ASIA
El presidente estadounidense llegó este mismo domingo a la base aérea de Yokota (oeste de Tokio) junto al resto de la delegación de EE.UU., y tras ser recibidos por el ministro de Asuntos Exteriores de Japón, Yoshimasa Hayashi, y otros altos cargos diplomáticos y militares estadounidenses y nipones, se dirigieron a la capital japonesa.
En su cumbre prevista el lunes en Tokio con Kishida, se espera que ambos mandatarios escenifiquen su unidad al frente al incremento de las actividades militares de Pekín en la región, y que preocupan especialmente a los aliados en la zona del estrecho de Taiwán y en torno a las islas Senkaku, administradas por Tokio pero reclamadas por el gigante asiático.
En la misma línea, durante la reunión del Quad del martes, los líderes de los cuatro países aspiran a «enviar un claro mensaje de disuasión» contra las «agresiones militares o los cambios unilaterales del statu quo» en el Indopacífico, según dijo hoy el asesor de seguridad nacional de Biden, Jake Sullivan.
El aumento de las tensiones en el estrecho de Taiwán también podría ser «uno de los asuntos de seguridad» tratados en las discusiones a cuatro bandas, aunque en principio no forma parte de la agenda de la cumbre, señaló Sullivan en declaraciones a la prensa a bordo del avión presidencial rumbo a Tokio.
Biden presentará además en Tokio el Marco Económico del Indopacífico, un nuevo proyecto de cooperación regional dirigido a promover el comercio y la inversión entre EE.UU. y países de la región, así como para reforzar la resilencia de las cadenas de suministro y reducir la dependencia de China.
El proyecto parte con el respaldo de Tokio y de Seúl, y según Sullivan, existe «un fuerte interés» de otros países de la zona. Aunque otras fuentes diplomáticas hablan de potenciales candidatos a unirse como Australia, Nueva Zelanda y países del sudeste asiático, el contenido del plan y sus integrantes están por concretarse.
El marco no incluiría en un principio ventajas arancelarias ni otros incentivos concretos para acceder al mercado estadounidense, lo que según señalan los expertos reduciría su atractivo para las economías asiáticas emergentes.
Antonio Hermosín Gandul