La Operación “Manos de Papel” entró con mucha fuerza cual huracán por el Táchira. Freddy Bernal levanta las “tijeras” anticorrupción y amenaza con cortar las “alas” a muchos “enchufados” dentro del gobierno nacional que se creen intocables
Por : Nelson Altuve P
Como un huracán, que no parece detenerse, Freddy Bernal asumió el papel de justiciero contra la corrupción. Táchira copó el escenario noticioso nacional por tres hechos que se produjeron en menos de 15 días. Primero la detención del Coronel Bolívar, protegido del entonces gobernador Vielma Mora, y caído en desgracia por el caso Cobiserta; luego el golpe dado a supuestas mafias del contrabando que terminaron con el decomiso de casi 500 vehículos y otros bienes; y para cerrar este mes de abril movido con la detenciones de tres altos funcionarios vinculados al oficialismo por supuestos hechos de corrupción
En esta historia hay de todo. Presuntos golpes al crimen organizado que opera en la frontera con Colombia, golpes a presuntos grupos mafiosos, ligados al contrabando y el narcotráfico, la retención de bienes de diversos tipos, principalmente vehículos automotores y armas de fuego, según el parte policial, y caso de legitimación de capitales de lo que se acusa a los registradores apresados.
De la detención del Coronel Bolívar, el 12 de abril, acusado de acaparar alimentos y otros productos (ver página 15), se saltó al golpe del 20 de abril, conocido como “Operación Dron” que trastocó la tranquilidad de muchas personas cuando una fuerte movilización de organismos de seguridad (Faes, PNB, GNB, Cicpc) coparon la avenida Sucre para tomar por asalto las concesionarias y la estación de servicio de dónde sacaron esposados a un grupo de hombres, vinculándolos con mafias del contrabando de gasolina hacia la Republica de Colombia.
Punta del iceberg.
El alto funcionario a quien el presidente Maduro lo bautizó como “Protector del Táchira” ventiló igualmente que otro delito era la venta de vehículos en moneda extranjera. “Esta mafia recibía dinero de narcotráfico internacional para lavarlo a través de los concesionarios. Uno de ellos compraba a otro, un lote de vehículos, pero se trataba en realidad de ventas ficticias. Nunca, se producía la entrega de los vehículos, pero, con cada venta se garantizaba el lavado de dólares de la mafia de ligada al narcotráfico, contrabando de gasolina y del contrabando de extracción”
A este nivel aparecen metidos en el lío, el registrador Principal del estado Táchira, Marcos Labrador, quien es el coordinador de todo el Sistema de Registros y Notarías de la entidad, además del registrador Mercantil Primero del estado Táchira, Franklin Jairran; y el director regional del Instituto Nacional de Tránsito Terrestre, Carlos Guerrero, por los delitos de corrupción agravada y asociación para delinquir. Destacó Bernal que dicha red mantenía complicidad con algunas estaciones de servicios que les facilitaban el llenado de los tanques de los vehículos para pasarlos a Colombia.
Según Bernal, ha sido el golpe más duro dado a estos sectores, “ya que el ingreso de esta banda por el referido concepto era de 10 millones de dólares al mes y al menos 100 millones de dólares por legitimación de capitales”, finalizó Bernal. Concesionarios, terrenos, empresas y vehículos involucrados, en el contrabando de gasolina, serán decomisados, y pasaran a la orden del estado venezolano.
En la entidad reina la tensión e incertidumbre
La vinculación de gente ligada a factores de poder en la región a estos casos copa la atención general. La gente espera que el brazo de la ley alcance a los que delinquen, contrabandean, pero también a los que especulan contra el pueblo, colocando los precios de los productos alimenticios y medicinas a precios inalcanzables.
El asunto parece no terminar aquí
Bernal anuncia más movidas y más detenciones. Promete que no se salvarán ni aquellos que estén vinculados al Psuv. Se han arrestado a varias personas, otros est´ñan bajo averiguación, dedicados al negocio de los carros, además de militares y civiles muy activos durante la gestión de Vielma Mora, vinculados al acaparamiento de alimentos y legitimación de capitales. El pueblo espera que estas medidas permitan mejorar el suministro de gasolina, detener la especulación en los precios de los productos alimenticios que agobian a los tachirenses y acabar con el crimen organizado al amparo de mafias políticas.
Abril ha estado movido y tres casos retumbaron el ambiente nacional donde Bernal encabezó una “razzia” en empresas privadas y organismos del Estado que parecen claves en la trama de corrupción, donde se ventilan legitimación de capitales, blanqueo de dineros del narcotráfico, contrabando de extracción, con un entramado de mafias que se están desarticulando.
Texto publicado en Los Andes Semanario del Táchira edición 110º