Los juegos de la Korea Baseball League todavía no pueden reunir público en las tribunas, pero una idea novedosa permitió llenar los espacios que no puede ocupar la gente. En un encuentro entre los Héroes de Kiwon y las Águilas de Hanwha, una multitud de pokemones y peluches tomaron el parque, desde el desfile de enormes Pikachus hasta la presencia de coloridos espectadores de felpa. Ya habíamos visto algo parecido en la Chinese Professional Baseball League, donde los Monos de Rakuten colocaron maniquíes y robots en las sillas, antes de que el gobierno de Taiwán autorizara el ingreso de la gente a través de los torniquetes. En este caso, la estampa es mucho más pintoresca.
A llenar los estadios de Taiwán
El beisbol profesional de Taiwán ha vuelto a dar un paso al frente de los deportes espectáculo en todo el mundo, al anunciar el fin de limitaciones para el público y moderar las medidas de seguridad dentro de los parques de la CPBL. El principal circuito de pelota en la China insular ha decidido que la fanaticada pueda ingresar libremente a los estadios a partir de este domingo, lo que muy posiblemente permitirá ver escenarios llenos por primera vez desde 2019. El circuito taiwanés se jugó a comienzos de abril con tribunas vacías, para permitir luego el ingreso de 1.000 personas a través de los torniquetes. La cantidad subió a 2.000 seguidores por duelo a las dos semanas de abrirse las puertas de los parques.
Fue en la CPBL donde ocurrió esa rareza de ver cómo un equipo llenaba las butacas de maniquíes y robots. Lo hicieron los Monos de Rakuten. La CPBL informó a través de sus redes sociales que las medidas de prevención contra la covid-19 también se relajarán. Los aficionados no estarán obligados a usar mascarillas al estar sentados en las tribunas, aunque sí deberán mantener el distanciamiento social al moverse por los estadios. Taiwán ha sido uno de los países más exitosos en la lucha contra la pandemia mundial de coronavirus, gracias a una política de exámenes masivos y la alerta temprana, lo que les ha evitado caer en lo que muchas naciones han caído desde que surgió la enfermedad en la ciudad china de Wuhan, casi frente a las costas de la isla.