El FC Barcelona cantó el alirón con un triplete de Lionel Messi una semana después de haber ganado la Copa del Rey para sellar un doblete que supuso las lágrimas de su rival, el RC Deportivo, que certificó con la derrota (2-4) su descenso a Segunda División. La cara y la cruz del deporte quedaron reflejadas en el césped de Riazor. El Barcelona formó la piña para celebrar el título; el Deportivo, hizo lo propio en el centro del campo sabiéndose equipo de la categoría de plata tras haber luchado ante un Barcelona al que logró igualar (2-2), antes de caer de pie. Ernesto Valverde quería ganar la Liga en Riazor y afrontar el Clásico con el Real Madrid con el campeonato resuelto, sin necesidad de prolongar la espera. Enfrente, el Deportivo, que tenía que ganar para no descender, le hizo pasillo al Barça antes del encuentro por haber conquistado la Copa del Rey. Después, lo alargó en el arranque del partido.