Banca nacional no tiene capacidad para financiar la reactivación productiva | Por: Víctor Álvarez R.

 

Venezuela sufre una prolongada contracción económica, una voraz hiperinflación, la economía se cae a pedazos y pareciera que ningún sector se salva. ¿Es proporcional la reducción del tamaño del sector banca y finanzas a la contracción que ha sufrido el PIB o ha sido mayor el impacto de la crisis sobre el sector financiero venezolano? ¿Cuál es el margen que realmente tiene la banca nacional para financiar la producción y el consumo?

Como consecuencia de las pésimas políticas económicas, el agravante de las sanciones financieras y el impacto del Covid-19, la economía venezolana se ha contraído 80 % entre 2013 y 2020. De este colapso no escapa el sector banca y finanzas que ha sido afectado por una voraz hiperinflación en un contexto de tasas de interés controladas. La brecha entre lo que se pierde por inflación y lo que se gana por interés disuelve el patrimonio en bolívares de los bancos y limita la expansión del crédito.

Una idea de la poca capacidad de financiamiento que tiene la banca la encontramos en el límite de las tarjetas de créditos, cuyo monto no alcanza para pagar un mercado de alimentos. Hace tiempo que la banca nacional dejó de otorgar créditos hipotecarios, no financia la compra de vehículos ni mucho menos proyectos de inversión. Si no se fortalece el patrimonio de los bancos, el crédito no podrá elevarse al nivel que necesita la reactivación económica.

La estabilización y reactivación de la economía venezolana necesita un programa de reformas bien pensado, con las medidas correctas, aplicadas en la secuencia lógica y al ritmo adecuado. La política monetaria y financiera se debe manejar con prudencia y sensatez. Si se liberan las tasas de interés antes de que la inflación haya sido abatida, como las tasas de interés persiguen la inflación, los altos costos financieros harían inviable la reactivación agrícola e industrial. Paradójicamente, liberar tasas de interés golpearía la capacidad de pago que llevaría a un aumento de los préstamos morosos y esto afectaría aún más la débil situación patrimonial de los bancos e instituciones financieras.

¿Cuál sería la secuencia lógica de las medidas que formen parte de un programa de ajuste económico de tal forma que estas no dejen al sector financiero en lista de espera pero tampoco se anticipen y aborten la reactivación del aparato productivo?

Para responder a éstas y otras preguntas hemos invitado a Tamara Herrera, directora y economista jefe de Síntesis Financiera, quien ha hecho una contribución muy importante al análisis del sector financiero y del impacto de las políticas públicas sobre los mercados y negocios, así como el análisis de riesgo país de Venezuela. Su calificada opinión es muy solicitada por las empresas nacionales y multinacionales. Vea la conversación con Tamara Herrera en la serie “Diez conversaciones estelares con diez de los mejores economistas de Venezuela” por canal YouTube de #PedagogíaEconómica  https://youtu.be/FuZ4Vj0cA2A

@victoralvarezr

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