“En la mañana para prenderlo es un problema, tengo que echarle gasolina al cuerpo de aceleración para poderlo prender. Comenzó a fallar con la gasolina que trajeron de Irán”, expresó Romel Contreras en momentos que tenía su auto en un taller de San Cristóbal.
Medidas desesperadas están tomando los tachirenses ante la baja calidad del combustible que están despachando en la región, algunos han optado por echar aditivos en los tanques para subir los octanos de la gasolina. Otros han tomado recomendaciones de internet como poner bolas de naftalina en el tanque de la gasolina.
Los mecánicos aseguran que este tipo de combustible que está llegando al Táchira es de muy bajo octanaje, lo que ocasiona que se quemen las bujías y hace que los inyectores queden directos, desencadenando un mal funcionamiento del motor. Además se escuchan extrañas detonaciones al momento del arranque.
Javier Eduardo, un mecánico que labora en la zona de la Unidad Vecinal, explicó que la gasolina además deja humeando por el tubo del escape a los vehículos. Pero la falla más común que están registrando los automotores es la demora para encender en frío.
“En las mañanas duran bastante para prender, esto puede dañar el arranque, eso lo ocasiona la gasolina, así usted le eche aditivos para aumentar el octanaje, no altera la gasolina”, señaló el mecánico.
Las personas acuden con mayor frecuencia a los talleres, pero al seguir con la misma gasolina, el problema no se solucionará, «hasta que no llegue gasolina buena”, expuso Javier.
Duro golpe al bolsillo
Por su parte, Danny Orozco, propietario de un sitio especializado en mantenimiento de inyectores, ha visto que cada vez más personas se acercan a su taller por la misma razón.
“Es como una mezcla de gasoil y gasolina y eso ocasiona que se tapen los filtros del tanque del combustible, filtro externo, y en los inyectores”, comentó.
Aseguró que los mantenimientos de los vehículos son un golpe duro al bolsillo de las personas, dado a que los tachirenses no tienen los ingresos suficientes para acudir con mayor frecuencia a los talleres.
Es por ello que recomendó realizar la limpieza a los inyectores de los vehículos de forma más regular, dado a que es uno de los problemas más comunes que presentan.
“He tenido clientes que me llaman diciendo: acabo de echar gasolina, estoy botado, no quiere prender”, relató.
Coincide que es común en los tachirenses la pérdida de hasta 30 minutos intentando encender sus autos, porque ya no prenden como antes, “ya uno piensa en prender el carro, por la batería, y lo difícil que es la arrancada. Ya después que calienta, cambia un poquito”, refirió Orozco.
Con cada ida al taller, los tachirenses deben tener un presupuesto mínimo que oscila entre los 50.000 y 100.000 pesos, dependiendo del daño que registre el automotor.