El gobierno de Canadá, mediante un comunicado de prensa, manifestaron su negativa de otorgarle el permiso a los Azulejos de Toronto para que puedan disputar la temporada en el Rogers Centre de esa ciudad ante el riesgo que significa los constantes viajes que deben hacer ese equipo hacia los Estados Unidos, la nación más afectada a nivel mundial por la pandemia del coronavirus. «Basados en el mejor consejo para la salud pública del país», reza parte del comunicado emitido por el ministro de salud canadiense. «Concluimos que los viajes que ameritan cruzar la frontera para poder llevar a cabo la ronda regular de MLB, no protegería la salud de nuestros ciudadanos. Es por eso que no podremos aprobar la Excepción para los Intereses Nacionales solicitado por Major League Baseball para disputar su torneo». El gobierno de la nación norteamericana y la oficina del Comisionado estuvieron negociando durante varias semanas para que los Azulejos pudieran jugar en su patio, en donde sí les fue permitido entrenarse para afrontar la justa que arranca la próxima semana, bajo estrictas medidas de un protocolo de salud diseñado que obliga a los jugadores, técnicos y demás empleados del club a permanecer en el estadio o sus adyacencias.
Opciones en estados Unidos
Las opciones que manejan los Azulejos son las siguientes: El estadio alternativo del equipo para sus partidos en casa está en sus instalaciones de entrenamiento en Dunedin, Florida, uno de los estados más afectados por el virus. Los jugadores habían dicho que preferían jugar en Toronto. Otra opción sería el Sahlen Field, de Buffalo, Nueva York, donde juega la filial de la Triple A de Toronto. El inmueble se encuentra al otro lado del Río Niagara, que marca la frontera con Canadá. Mark Shapiro, presidente de los Blue Jays, dijo que la salud de los peloteros representa un motivo de preocupación en Florida. Indicó que el equipo ha pasado más tiempo examinando la opción de Buffalo en los días recientes, pero advirtió que el estadio presenta desafíos de infraestructura. Falta espacio en el clubhouse, lo que dificultaría guardar la debida distancia entre los peloteros. Sin embargo, Shapiro dijo que algunos jugadores podrían tener sus casilleros en las suites. Asimismo, el Sahlen Field requiere de actualizar la iluminación y las instalaciones de entrenamiento, explicó Shapiro. “Dunedin es el único lugar que ahora está listo al 100 por ciento. Pero desde el punto de vista de la salud del jugador presenta algunos retos», dijo Shapiro. “Buffalo es ciertamente un lugar al que hemos dedicado más tiempo en las últimas semanas. No hay nada decidido. Hay desafíos de infraestructura e instalaciones, que deberían cumplir con los estándares de las Grandes Ligas. Y tenemos otras alternativas reales que seguiremos analizando y que podrían ser mejores”. El dirigente se negó a decir cuáles serían esos otros lugares que se contemplan. Se dijo decepcionado por la decisión del gobierno canadiense, pero indicó que la entendía.