La Gobernadora del Táchira, Laidy Gómez, junto a su equipo de gobierno se sumó a la celebración de los 409 del Santo Cristo de La Grita, manifestó que el pueblo tachirense se mantiene firme en la fe y la esperanza por un cambio en Venezuela
Desbordados en fe y con la esperanza de que pronto llegará el cambio para Venezuela, autoridades regionales, eclesiásticas y peregrinos, elevaron oraciones ante el Santo Cristo de La Grita por la paz, la unidad, la libertad, la justicia y el bienestar del país, en ocasión de la celebración de los 409 años del Patrono del Táchira.
En el Santuario de La Grita, se realizó la homilía religiosa presidida por Mons. Mario Moronta, quien destacó que este año está dedicado a la conversión personal y eclesial, “reconocemos a Cristo con el Rostro Sereno, ese rostro que nos permite verlo como el siervo sufriente que ha cumplido la voluntad de Dios”.
Manifestó que con gran júbilo el pueblo creyente acudió a los pies del “Rostro Sereno” del Cristo de los Milagros para venerarlo, al tiempo pidió no decaer en la fe, “es un momento para reafirmar y renovar nuestra fe, en el rostro sereno podemos reconocer los rostros de cada uno de nosotros”.
En su mensaje alentó al pueblo creyente a poner toda su confianza en el Santo Cristo, quien es el único y verdadero protector del Táchira. “En estos tiempos de crisis, dificultades y desalientos, nuestra vida debe contagiar esperanza”.
Elevó suplicas por los más necesitados, por el desvalido, por el desamparado, por los privados de libertad, por los niños, por los enfermos, por el anciano, por la familia, por los venezolanos que se han ido del país en busca de una mejor calidad de vida, por el sufrimiento de quienes han tenido que ver partir a un ser querido.
Destacó que el “Rostro Sereno” del Cristo de Los Milagros, nos muestra su amor y ternura pero también su dolor y sufrimiento. “Al mirarlo con fe reconocemos el rostro sufriente de tantos hermanos; el rostro de quienes están pasando hambre; el rostro de los niños a quienes no se les da las facilidades para trasplantes de médula o para recibir un tratamiento digno; el rostro de tantísimos enfermos sin cuidados médicos necesarios y urgentes”.
Asimismo dijo “el rostro angustiado de los numerosos migrantes que salen del país en búsqueda de mejores condiciones de vida; el rostro triste de numerosos padres y abuelos que se quedan solos mirando cómo se van sus seres queridos; el rostro de los privados de libertad que ahora quieren ser colocados como carne de cañón; el rostro de los hermanos pemones que, indefensos, vieron como asesinaban a sus coterráneos; el rostro de los familiares de quienes están siendo torturados y hasta asesinados como es el caso del Capitán Acosta y el concejal Fernando Albán; el rostro lleno de perdigones y ahora sin ojos para ver en el joven Rufo Chacón; el rostro empobrecido del pueblo al cual pertenecemos”.
Manifestó que ante la crisis social y económica que golpea sin clemencia a los venezolanos el pueblo creyente de Dios está llamado a depositar su confianza en la superioridad divina, “nos podrán quitar todo: la gasolina, el gas, la luz, la comida, las medicinas, pero no nos pueden quitar la fe y la esperanza”.
Firmes en fe y esperanza
Por su parte, la Gobernadora del Táchira, Laidy Gómez, quien junto a su equipo de gobierno se sumó a la celebración de los 409 del Santo Cristo de La Grita, manifestó que el pueblo tachirense se mantiene firme en la fe y la esperanza por un cambio en Venezuela.
“El pueblo venezolano es muy católico y ha demostrado en medio de esta crisis que su fe es intacta, mantiene la esperanza y el compromiso de seguir trabajando por el país. No es solo un acto de oración ni una fiesta religiosa, es un sentimiento general y un deseo profundo que podemos apreciar cada vez que conversamos con cada uno de los diferentes sectores de la sociedad civil”.
La celebración de los 409 años del Santo Cristo, es una referencia nacional; los tachirense somos emprendedores, trabajadores, apasionados y comprometidos, es un pueblo que se mueve en fe y se mantienen luchando para conversar estas tierras que son tan fértiles”, dijo.
Manifestó que los buenos son más y el pueblo sabe muy quien quiénes son los que le han hecho tanto daño al país, “nuestra gente ha demostrado compromiso, esperanza y ganas de quedarse en el país para seguir resistiendo esta crisis que pronto se convertirá en oportunidades”.
“Queremos un cambio para Venezuela”
Diversas manifestaciones de gratitud y peticiones fueron elevadas al Santo Cristo de La Grita. Luzmel Rosales, joven estudiante de San Cristóbal al llegar al Santuario de La Grita, comentó que su mayor deseo es ver a sus amigos regresar de nuevo a sus hogares.
“El regalo más grande que podemos recibir del San Cristo es que nuestros amigos regresen, ellos se fueron por la situación del país y deseo verlos vuelvan pronto para se encuentren con sus familias. Soñamos con un mejor futuro”.
También Gilberto García, habitante de las Mesas de Seboruco, “vine a pedirle por la paz y la unión de Venezuela, el país está acabado. Necesitamos que vengan tiempos nuevos de progreso y desarrollo. La situación está muy difícil, estamos sufriendo, Yo tengo un niño especial y es muy duro conseguir las medicinas tanto para el como para mí. Estamos guapeando”
“El Santo Cristo es nuestro protector, acudimos siempre a él y en sus 409 años le pedimos por la paz del país y que su mano protectora descienda sobre Venezuela para que la situación cambie; estamos viviendo tiempos difíciles donde no hay medicamentos, el dinero no alcanza, la gente está sufriendo, hay hambre, los niños se mueren y es y triste que estemos pasando todo esto”, expresó Luisa Hernández de Medina.
También Josefa Torrealba, en una mezcla de sentimientos encontrados, manifestó “ El Santo Cristo es muy milagroso y confiamos en que él escuchará nuestras oraciones. Pedí por la paz, el bienestar y la unión de las familias. Lo que más le pedimos que se nos libere de este gobierno”.
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