Cartagena (Colombia), 26 mar (EFE).- Las autoridades de salud de Cartagena de Indias recorren los barrios más pobres de esta ciudad turística en busca de adultos mayores que por su condición de pobreza extrema o enfermedad no pueden desplazarse para recibir la vacuna contra la covid-19.
Las desigualdades socioeconómicas de esta ciudad del norte de Colombia son una barrera que, sumadas a las deficiencias en la información, dificultan el acceso a la vacuna y por eso se optó por llevarlas a domicilio, a diferencia de lo que ocurre en el resto del país donde hay que acudir a puestos fijos.
«Lo que hicimos fue acercar el acceso (a las vacunas) a una población que se logró identificar como menos favorecida y llevarle hasta las cercanías de sus viviendas la vacunación», explicó a Efe la directora del Departamento Administrativo Distrital de Salud (Dadis), Johana Bueno.
Según Bueno, como se trata de una población bastante grande, quisieron «enviar un mensaje de equidad» y por eso «autorizamos la estrategia de vacunación casa a casa y vacunación a través de unos equipos móviles».
«Es muy escasa la población (de 80 y más años) que se niega a vacunarse», explica la funcionaria, pero hasta la fecha solo se ha vacunado a un poco más de 7.000 ancianos de los 18.000 que, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), hay en Cartagena.
«UNA VACUNA ES UNA VIDA»
La premisa con la que trabajan las autoridades de salud de Cartagena es la de vacunar en el menor tiempo posible a la población mayor de 60 años «porque es la que, según los indicadores, presenta la mayor tasa de mortalidad y de letalidad (de la covid-19), entonces en ese sentido lo que buscamos es inmunizar en el menor tiempo posible a esa población».
Bueno dijo que aunque que hay que seguir las «reglas del juego» del Ministerio de Salud en lo referente a las fases para la aplicación de las vacunas según las franjas de edad, éstas pueden ajustarse a la realidad de su territorio y por eso se decidió adelantar la vacunación de personas mayores de 60 años sin dejar de buscar a las más ancianas.
«No se justifica que nosotros tengamos unas vacunas y si no existe la demanda debida las tengamos ahí guardadas», enfatizó.
Desde que comenzó la vacunación en el país, el pasado 17 de febrero, el Gobierno colombiano ha sido criticado por la lentitud en la aplicación de los sueros, de los cuales ha recibido más de 3,3 millones de Pfizer/BioNTech, Sinovac y AstraZeneca pero hasta la fecha solo ha utilizado 1.476.364.
UN PASO ADELANTE DEL VIRUS
La directora del Dadis dijo que la búsqueda de ancianos para vacunar no se hace solo en área urbana sino que también se llevará a las zonas rurales y a las islas cercanas, donde hay una «población que históricamente ha sido excluida, donde los servicios de salud difícilmente llegan».
En Cartagena, que tiene alrededor de un millón de habitantes, se han dispuesto 52 puntos de vacunación fijos y uno de ellos está en la vecina isla de Barú que tiene alto flujo de turistas.
En las próximas semanas, «cuando las Entidades Promotoras de Salud (EPS) dispongan la logística necesaria» se abrirán dos puntos masivos de vacunación en el Centro de Convenciones Cartagena de Indias y en la plaza de toros.
Aunque la ciudad supera hoy las 33.300 dosis de vacunas aplicadas las autoridades siguen haciendo pruebas en busca de casos activos de covid-19.