Autoridades buscan a “El Cagón” hasta debajo de las piedras

La muerte de Yohandry José Barreto Dávila (25), alias “El Zancudo”, fue un golpe contundente para la banda liderada por Darwin Antonio Rivas Garcías (22), apodado “El Cagón”. Barreto Dávila tenía su propio clan y grupo de hombres, pero mantenía buenas relaciones delictivas con la pandilla encabezada por Rivas Garcías, al cual los cuerpos de seguridad lo rastrean y buscan para dar con su paradero

 

Si hay algo que caracteriza a las pandillas o grupos criminales que operan en los municipios Andrés Bello, Bolívar, La Ceiba, Miranda y Sucre del estado Trujillo; jurisdicciones que conforman a la Zona Baja, es la frialdad, la crueldad y lo atroces que pueden llegar a ser sus actos vandálicos, los cuales no sólo son perpetrados en suelo trujillano, sino también se han tomado la tarea de extender su estela sangrienta al municipio Baralt del estado Zulia, a aproximadamente 45 kilómetros de la parroquia Santa Isabel del municipio Andrés Bello, localidad donde todo comenzó hace casi seis años.

 

Muerte de “El Zancudo”

La noche del sábado 17 de marzo del presente año, Yohandry José Barreto Dávila (25), alias “El Zancudo” se encontraba junto a quince antisociales más en una zona boscosa del sector Los Ranchos de La Golfo, parroquia Santa Isabel del municipio Andrés Bello. En el lugar, cerca de las 7:30 pm, los bandidos fueron sorprendidos por una comisión militar.

Funcionarios adscritos a la Cuarta Compañía de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) apostada en Agua Viva, ejecutó ese día una operación en el sitio para dar con el peligroso delincuente y sus secuaces. Al ser avistados por los castrenses, estos les emitieron la voz de alto, a lo cual los bandidos reaccionaron disparando sus armas de fuego de alto calibre.

Mientras las balas iban y venían de parte en parte, los efectivos militares lograron asestarle múltiples heridas por arma de fuego a “El Zancudo”, quedando este tendido sobre el suelo. Sus compinches lograron escapar, pero son exhaustivamente buscados por las autoridades trujillanas y zulianas.

 

De las bandas más grandes

Con apenas 22 años de vida, Darwin Antonio Rivas Garcías, logró hacerse un hueco en el mundo delictivo dejando atrás una ola de asesinatos que de a poco han ido carcomiendo sobre todo a las poblaciones que constituyen a la denominada Zona Baja y el Eje Panamericano. Los feroces homicidios perpetrados por este hicieron que ganara respeto entre los grupos hamponiles del territorio.

El modus operandi de la banda “El Cagón” se asemeja a la compuesta por el fallecido José Antonio Tovar Colina, alias “El Picure” y Juvenal Antonio Bravo Sánchez, apodado “El Juvenal”; quienes aprovechándose del conocimiento de las zonas donde cometían sus fechorías fueron imponiéndose sobre sus rivales.

Entre los hombres de “El Cagón” y los integrantes de las bandas “Los Cáscaras” y “Los Viatas” se han registrado diversas masacres por el control absoluto de la zona. Al momento de atacarse unos a otros destaca la crueldad con la cual amputan miembros de sus cuerpos para dejar en claro lo despiadados y sanguinarios que pueden llegar a ser.

 

Hablas y te matan

Pobladores de la Zona Baja, ante la zozobra y el constante amedrentamiento por parte de los secuaces de “El Cagón”, se mantienen en hermetismo total. Muchos aseguran ver todo lo que ocurre, pero por temor a represalias, prefieren quedarse callados para que así no atenten de manera vil contra sus vidas o la de sus familiares.

En dicho territorio se ejecutan inexplicables homicidios donde siempre despuntan las hipótesis de venganza o ajuste de cuentas. Los modos empleados por los criminales es el de siempre, aprovechan la oscuridad en horas nocturnas para así ingresar a los inmuebles de sus víctimas y asesinarlas por haber delatado a algún compañero o simplemente por el hecho de ver algo que no debió.

 

Solicitudes

Darwin Antonio Rivas Garcías (22), líder de la banda “El Cagón” posee en su haber delictivo siete solicitudes emanadas por los diferentes tribunales de los estados Trujillo y Zulia. El primero data del 1º de abril de 2014 por el delito de homicidio calificado y tentativa de robo de vehículo automotor, dicha solicitud la procesó el Juzgado 3º de Control de la entidad trujillana.

Seis días después de ese primer boletín de requerimiento, el Juez 6º de Control de la misma entidad emitió orden de captura por el delito de homicidio intencional calificado; el 1º de febrero, ya de 2016, ante el Juzgado 3º de Control por homicidio intencional calificado; el 11 de junio del mismo año por homicidio intencional calificado con alevosía y motivos fútiles e innobles y asociación para delinquir. Ese mismo año, pero en diciembre, el Juzgado 5º de Control emitió una nueva orden por homicidio calificado.

En septiembre de 2017, fue procesado nuevamente por el delito de secuestro, esta vez fue el Juzgado 3º de Control el encargado de dar a conocer la sexta orden de captura. El 3 de enero de 2018, el responsable fue el Juzgado 1º de Control extensión Cabimas del estado Zulia en dictar una nueva solicitud en su haber criminal, esta vez, nuevamente, por homicidio intencional calificado. Siete solicitudes posee “El Cagón”, órdenes que lo convierten en uno de los sujetos más buscados del estado Trujillo.

 


 

Hasta debajo de las piedras

“El Cagón” y sus secuaces son exhaustivamente buscados por el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) de Trujillo y el Zulia, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y las Fuerzas Armadas Policiales del Estado Trujillo (Fapet). Tales cuerpos de seguridad saben a lo que se enfrentan, ya que dicha pandilla posee decenas de sujetos armados con machetes, hachas, cuchillos, pistolas, ametralladoras e incluso granadas. Su ubicación es un enigma que deben descifrar las autoridades.

Salir de la versión móvil