Tras la reseña del grupo de profesores y representantes de la Escuela de Música Laudelino Mejía, quienes denunciaron la expropiación de la sede donde laboran desde hace 22 años, Auris Berríos, directora del nuevo Centro Integral de las Artes, informó que la Escuela de Música no va a desaparecer, “por el contrario, se trata de una adecuación para integrar la música con la danza y las artes plásticas”.
En un encuentro con el equipo reporteril de esta casa editorial que solicitó la profesora de destacada trayectoria en la danza, manifestó que en ningún momento se han planteado la expropiación de la sede, sino que buscan desarrollar el proyecto del Centro Integral de las Artes, donde los niños de distintos talentos puedan confluir en una misma sede e intercambiar experiencias.
Tras un recorrido por las distintos espacios que han venido embelleciendo con el apoyo de la Dirección Regional de Cultura, luego de que la institución presuntamente sufriera un robo hace varios meses, Berríos accedió a responder algunas interrogantes que se derivan de la oposición a ese cambio que plantean profesores y representantes de la Escuela de Música.
– Los profesores y representantes de la Escuela Laudelino Mejía reconocen en su persona una trayectoria en la danza, pero aseguran que usted no tiene conocimientos en el área de la música. ¿Qué responde a eso?
“A mí me llamó la profesora Yohana Vázquez, de la Dirección de Cultura, y me planteó irme la sede de la Escuela de Música para coordinar este hermoso proyecto del Centro Integral de las Artes, algo de lo que me enamoré de inmediato como una mujer de la cultura de toda la vida que soy. Creo que más que un problema es una solución, los cambios normalmente son buenos y esto va en beneficio de los alumnos”.
– ¿Qué pasó con el espacio donde funcionaba la Escuela de Danza Gladys Motta desde hace varios años?
“Ahí estuvimos nosotros 36 años, pero eso era alquilado, el Estado quería comprarlo pero era una sucesión y nunca se llegó a ningún acuerdo”.
– ¿Cree que la sede tiene suficiente espacio como para que puedan funcionar ambas escuelas: la Escuela de Música Laudelino Mejía y la Escuela de Danza Gladys Motta?
“Claro, por supuesto, son siete salones para los niños, niñas, adolescentes y adultos que quieran recibir clases de música y solo un salón de danza, lo que pasa es que trabajamos en diferentes horarios. Para nosotros no va ser un problema, a veces a la gente le cuesta asumir los cambios, pero esto va a ser positivo”.
– Tengo entendido que la Dirección Regional de Cultura cuenta con 37 espacios en Trujillo, de los cuales solo están ocupados 17 ¿Por qué no valoraron ocupar uno de esos espacios en desuso?
“Por este proyecto de aglutinar aquí todas las áreas de las artes en un espacio que sí lo permite, el espacio lo hay, incluso hay lugar suficiente para hacer otros cubículos, sea porque la Escuela de Música necesite más o porque la escuela de danza o las artes plásticas lo requieran”.
– Sí, porque incluso hay que recordar que la Escuela de Artes Plásticas también perdió su sede hace cinco años.
“Sí claro, la Escuela de Artes Plásticas no está funcionando y este es un inicio, no podemos detenernos en lo que pasó sino en solucionar, para dar mejores alternativas a los niños”.
Yoerli Viloria