Aura Salas: Transformó sueños en realidades

LA CIUDAD DE TODOS 1820-2019. FORJADORA DE JUVENTUDES. Aura Salas Pisani fue una persona extraordinaria, humana, generosa, con una rectitud a carta cabal. No toleraba la deslealtad o la traición. Era un ser humano increíble

 

 

Hoy 12 de febrero, Día de la Juventud, se cumplió un año más de la ausencia física de la maestra Aura Salas Pisani, ocurrido en 2002.

Dejó profunda huella en el área de educación y cultura. Su presencia permanece en obras que le dejó a Valera producto de más de 50 años lucha, dedicación y trabajo emprendedor.
Aura Salas Pisani, valerana, nacida el 14 de octubre de 1925 , fue un ser a quien el tiempo le resultaba corto para realizar todas las actividades en pro de la comunidad y de su amada ciudad de Valera, que se presta a celebrar sus 199 años, con la que se sentía comprometida e identificada. Su nombre es de utilización obligatoria para todo aquel que desea hablar de nuestra historia en los últimos 100 años: Directora por espacio de 27 años de la Escuela Eloísa Fonseca, fundadora del Ateneo de Valera, entre otras instituciones. Hasta incursionó en la política. Su don de servir era su carta de presentación. No es difícil imaginársela en las aulas de clase tratando de dar lo mejor de ella y exigiendo el máximo de sus alumnos. Tampoco cuesta trabajo recordarla frente a los educadores que le tocó dirigir en sus veintisiete años al frente del Grupo Escolar Eloísa Fonseca, y posteriormente como supervisora nacional. No es difícil, porque ella nunca abandonó su papel de docente y dirigente a pesar de haberse jubilado para muchos antes de tiempo. Ambos roles formaban parte de su forma de ser. La docencia para Aura Salas Pisani, le gustó desde siempre. A los dieciocho años ya había obtenido el título de normalista y estaba dando clase en la Eloísa Fonseca. Al año fue nombrada directora.

 

Forjadora de juventudes

 

 

La exigencia por la enseñanza la aprendió de sus profesores en el Colegio Inmaculada Concepción de Mérida, y lo puso en práctica cuando se incorpora a la Eloísa Fonseca en donde su función como tutora fue de excelencia.
Auras Salas fue factor clave en el desarrollo de la juventud valerana, a quien le dedicó tiempo para enseñarlos con amor, y orientarlos con una formación basada en valores. Fue madre y amiga.
Nunca se le conoció haber tenido problemas por esa tendencia suya a exigirle el máximo a los demás. Algunas personas se le llegaron a molestar, pero después de un tiempo lograron entender que ella tenía razón. Como docente tenía grandes responsabilidades con el estado, y que esas responsabilidades traspasan las cercas de un plantel escolar.
Entre las instituciones donde la participación de Aura Salas Pisani fue determinante están: El Ateneo de Valera, la Escuela Hogar Carmania, el Pueblo Hogar «La Quebrada», el Centro de Educación Rural para el Desarrollo Integral «Zapatero», Portrujillo, la Casa Municipal del Estudiante, la Cooperativa de Créditos y Vivienda y el Taller Granja de Educación Especial «María Daboín de Muchacho», las Bibliotecas Móviles, Bibliobús, entre otras más.
Entre los principales reconocimientos que recibió en su exitosa historia como educadora y mujer ejemplar están: La condecoración Veintisiete de Junio, del Ministerio de Educación. El Bicentenario de la Universidad de la Orden Andrés Bello en su Primera Clase, el nombramiento de la Asociación Mujer América como “La Mujer de Venezuela”, y Orden Ciudad de Valera.
También figuró en la política. Salas Pisani, además, fue concejal en la Cámara Edilicia de Valera, durante el período 1983-1985, presidenta de la Federación de Ateneos de Venezuela y miembro del Consejo Consultivo del Conac.

 

Formación integral

 

Con amor a la verdad, ordenó el pensamiento de sus alumnos. Con enorme sensibilidad artística, supo integrar la estética al proceso educativo.
Fiel a su fe y a la consecución del bien, puso siempre por delante la formación integral de la personalidad de cada alumno; en suma, fue ejemplo de un magisterio ejercido con vocación y hecho vida en la formación en valores en cada persona que tuvo la dicha de ser su colega, su alumno, su amigo.

 

Admiración por siempre

 

Aura Salas Pisani sigue siendo una de las figuras más significativas del estado Trujillo, una mujer luchadora, incansable por su terruño, mujer admirada por sus grandes valores humanos, hoy aún, sentimos su ausencia definitiva, mujer de siembra, eterna buscadora de sueños y realidades. Su voluntad siempre al servicio de la acción social, educativa y cultural. Ella, sólo ella, dejó como ejemplo la disciplina hecha esfuerzo, hecha dignidad y amor, con estos grandes elementos logró proyectos para la región trujillana, especialmente para Valera tierra al que se dedicó por completo.

 

 

 

Para ella…

 

TODOS VIMOS en ella a la gran maestra, amiga y muchas veces madre. Siempre con una palabra oportuna… lo que cada uno necesitó en su momento.
Una vida bien dirigida como la de ella, siempre deja una estela de paz y amor.
Sin duda que Aura Salas Pisani, dejó un vacío en nuestras vidas inmenso, entrañable, nos hizo a cada uno mejores personas. Se fue con las manos llenas dejando una huella imborrable.
Estar cerca de ella, era crecer. En su vida se mostró ejemplar, en sus labores pedagógicas lo entregó todo, en su paso por la Eloísa Fonseca, Ateneo y otras organizaciones dejó estela gloriosa y entrega la trabajo; en su tránsito a la Vida Eterna, coronó su ser. EHG

 

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