Cerca del 80 por ciento de la población ha tenido problemas auditivos por infecciones, la mayoría de ellas ocurridas durante la infancia. Actualmente los problemas de pérdida auditiva típica de los mayores de 60 años, se está registrando en la población millennials, según advierte la otorrinolaringóloga Gabriela Ibedaca.
La información surge a propósito del Día Mundial de la Audición y que este año lleva como lema establecido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) “Escucha de por vida”.
Advierte la especialista del Grupo Médico Santa Paula (GMSP), que las estadísticas señalan que al menos un 30% de la población afectada puede quedar con alguna discapacidad auditiva.
¿Cuándo comienza la pérdida auditiva?
Son diversas las patologías que pueden llevar a una pérdida de la audición y la edad es un factor determinante. “Así como la edad puede traer la presbicia, o pérdida de la agudeza visual por el paso de los años, la Presbiaacusia es la pérdida de la audición relacionada con los años, y por ello es relativamente normal que comience después de los 60 años”.
No obstante, en Venezuela han surgido casos cada vez más recurrentes asociados al mal uso de los audífonos, especialmente por parte de adolescentes, quienes escuchan música a altos decibeles.
“Ahora vemos pacientes que presentan tinitus, que es el ruido que escucha permanentemente y es percibido sólo por él. Es un sonido que se produce en el oído interno y por lo general ocurre luego de haber asistido a una fiesta y haberse quedado muy cerca de las cornetas, o por utilizar audífonos a muy altos decibeles. Muchas veces esos tinitus van y vienen, pero en otros casos no desaparecen”, según explica Ibedeca.
Profesiones de riesgo para la audición
Además de los adultos mayores hay población de riesgo según advierte la experta: “Los que practican cacería sin protección, el que estuvo sometido a algún ruido por su trabajo en fábricas o empresas, los pilotos que viajan en avionetas sin protección, incluso los policías desprovistos de equipamiento al someterse a ruidos de altos decibeles como los disparos”.
Lo delicado de esto es que “cada vez son más los pacientes jóvenes que se exponen a ruidos con altos decibeles. Y si ese millennials tuvo alguna infección en su infancia, que no fue bien tratada o tiene alguna patología estructural producto de un proceso infeccioso que dejo una secuela, entonces la situación se complica mucho más”
¿Cómo cuidar nuestra audición?
Según la experta, lo ideal ante una pérdida significativa de la audición, es acudir al médico. “Es muy frecuente que la causa sea un tapón de cera. Pero si no es esa la razón, y no hay historia de infecciones durante la niñez o de execrar pus por los oídos, el paciente debe ser estudiado por un especialista en otorrinolaringología y audiología; aplicar las audiometrías, timpanometría y demás exámenes, tal como lo hacemos en el Grupo Médico Santa Paula”.
Otras recomendaciones:
- Utilizar protectores, dependiendo del tipo de actividad que se desarrolle, para resguardar los oídos del impacto de ruidos fuertes y música a altos decibeles.
- Concientizar a los milenialls y adolescentes de no usar audífonos para escuchar música con altos decibeles, a los fines de evitar un tinitus.
- Acudir al médico ante cualquier patología otológica. Personas con antecedentes de vértigo pueden sufrir tinitus, al igual que quienes padecen de migrañas frecuentes y de insomnio, por lo que deben chequearse. En el caso de los nadadores de playas o piscina, y para quienes ejercen profesiones donde los oídos desarrollan un papel importante, el control debe ser anual.
Cifras sobre la audición de la OMS
Según estadísticas de la OMS, de las 466 millones de personas en el mundo que padecen pérdida de audición discapacitante, 34 millones son niños. Se calcula que, en el año 2050, más de 900 millones de personas —es decir, una de cada 10— sufrirá una pérdida de audición discapacitante
El 60% de los casos de pérdida de audición en niños se deben a causas prevenibles. Así mismo, 1100 millones de jóvenes (entre 12 y 35 años de edad) están en riesgo de padecer pérdida de audición por su exposición al ruido en contextos recreativos.
La situación de quienes padecen pérdida de audición mejora gracias a la detección temprana, la utilización de audífonos, implantes cocleares y otros dispositivos de ayuda, así como con el empleo de subtítulos, el aprendizaje del lenguaje de signos y otras medidas de apoyo educativo y social.