La crisis sanitaria en el país está cobrando la vida de los venezolanos que acuden a los recintos hospitalarios a buscar una cura a su enfermedad. En Mérida la cifra de muerte por difteria aumentó, producto de la escasez de medicamentos y falta de un cerco epidemiológico efectivo para contrarrestar esta enfermedad infecciosa aguda, provocada por un bacilo que afecta a la nariz, la garganta y la laringe y produce fiebre y dificultad para respirar.
El pasado 21 de agosto, el equipo reporteril de Diario de Los Andes constató que hasta esa fecha habían fallecido cuatro personas por esta patología, y al consultar nuevamente a la directiva del nosocomio sobre esta situación, Marlene Bautista de Salcedo, epidemióloga y Directora de Atención Médica del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes (Iahula), confirmó que en las últimas semanas fallecieron dos personas.
Una de las últimas víctimas de este enfermedad era una niña de 5 años, procedente de Santa Elena de Arenales, quien en primera instancia fue atendida por un médico integral de un CDI, quien le diagnosticó resfriado común y amigdalitis pultácea, resultando referida al principal centro asistencial donde los galenos de guardia, luego de varios exámenes, detectaron que se trataba de otro caso de difteria.
El médico que recibió a esta pequeña paciente, Juan Carlos Gabaldón, narró el momento en el que recibió a la niña. “Tenía el cuello muy grueso, el tamaño de las adenopatías eran considerable, la boca estaba llena de pus, y cuando lavamos la boca, observamos la membrana necrótica características de la difteria y se ingresa con ese diagnóstico clínico, por lo que fue necesario pasarla a la Unidad de Cuidados Especiales Pediátricos, para ese momento recibió una dosis de antitoxina diftérica, y la mamá consiguió la penicilina cristalina para podérsela suministrar”.
A pesar de los esfuerzos del personal médico del Iahula, la niña falleció el pasado lunes a pesar de la aplicación de las vacunas y tratamientos, pues la paciente estaba en malas condiciones. “Esta enfermedad es muy difícil de manejar y por eso la importancia de contar con la vacunación; el tratamiento se divide en dos partes, la antitoxina va a salvar al paciente, porque es la que va a neutralizar la toxina circulante, y se necesita el antibiótico que elimina la bacteria que está en la garganta”.
El pasado miércoles 15 de noviembre, a dos días de haber fallecido la paciente de 5 años, nuevamente la difteria cobró otra vida; se trata de un bebé de tan solo 2 años, proveniente de la ciudad de El Vigía. “Actualmente nos preocupa que hay una mujer embaraza y un niño de 4 años, que viene de la población de El Chivo, ambos hospitalizados por tratarse de casos sospechosos.
Bloqueo epidemiológico
La doctora Marlene de Salcedo, expresó su preocupación por la falta de cerco epidemiológico en el estado Zulia; según las estadísticas que manejan, el repunte de esta enfermedad se originó en las poblaciones de Santa Bárbara y Casigua El Cubo, situación que pone en riesgo a los merideños.