“Mientras atracaban le apuntaban a mi hijo de nueve meses con una escopeta”

“Bueno señores esto es un atraco, me agachan todos las cabeza y no me vean la cara, el que empiece a gritar o se mueva me lo quiebro”, grita uno de los ladrones en un bus que circula en plena urbe de Valera, mientras otros dos hampones se distribuyen el trabajo de pasar puesto por puesto recogiendo los bolsos y carteras a la par de que profieren vulgaridades para amedrentar a los pasajeros.

Episodios como esos se aprecian a diario en la “ciudad de las Siete Colinas”, donde la actividad delictiva se ha venido disparando en los últimos años y no falta es que en algún momento de su vida le haya tocado vivir una situación como la descrita, que a muchos deja tatuado con la marca del miedo. Un breve sondeo por el corazón comercial del municipio permitió avalar la realidad que está a vista de todos, de 12 personas consultadas al azar, 11 manifestaron haber sido víctimas de robos a mano armada.

La mayoría de los malhechores son jóvenes, usan una o dos armas de fuego, algunos hasta bien vestidos para engañar. Siempre van por objetos de valor: teléfonos, carteras y por aquellos que en estos tiempos se atreven a usar joyas costosas, “se molestan si uno no tiene qué darles, una vez me dieron un cachazo en la cabeza por eso, no llevaba nada”, describió una fuente que prefirió el anonimato.

¿Línea de honor?

Restablecer la seguridad pública y ciudadana fue la mayor promesa para la región de Henry Rangel Silva como candidato a la Gobernación de Trujillo en 2012, quien para la fecha señaló que lograr seguridad era una línea de honor por su condición de militar, “sería una decepción muy grande para el pueblo que no le cumplamos en esta área”, se lee en una entrevista reseñada en Diario de Los Andes que data de 2012.

Otra prueba de que los niveles de inseguridad se han disparado en uno de los municipios del estado capital de la paz, a la par del incremento de la crisis generalizada que atraviesa el país, la ofrecen los registros de la fuente de sucesos de la misma casa editorial, que revelan que en los cuatro años del primer período del actual Gobernador se produjeron 617 asesinatos, 528 homicidios más que en la gestión de su antecesor, sin contabilizar los crímenes de 2017.

Durante la rendición de memoria y cuenta del último año (2016) de la gestión correspondiente a su primer mandato, presentada en enero del año en curso, Rangel manifestó: “en materia de seguridad no quedé satisfecho con los resultados. Nosotros que tuvimos unos índices no deseados estamos previendo para 2017 una nueva política de seguridad y estoy seguro que mejorarán esos indicadores”.

En contraposición el Observatorio Venezolano de Seguridad reportó que durante el primer trimestre de 2017 aumentaron los homicidios en 11 estados con gobiernos oficialistas, incluido Trujillo con 25,6% de alza. De igual manera los registros de la fuente de sucesos para al cierre del primer semestre de 2017 muestran sus marcadores rojos cerca de 250 asesinatos.


Ayuda y mano dura

Los ciudadanos consultados exigen al Gobernador reelecto que le ponga “mano dura” al hampa, “tiene que poner más policías pero que cuiden al pueblo de verdad, mejores planes de seguridad, estamos cansados de vivir con el corazón en la boca. Soluciones ya”, fueron las expresiones constantes entre los consultados.

 


Ellos opinan

Andriana Godoy “Que haya más policías y guardias en la calle para que frenen la delincuencia, hasta con los niños se meten. Me han robado varias veces, no tuvieron piedad ni porque estaba embarazada. Estamos cansados. Así no se puede vivir todo el tiempo con miedo”.

Carlos Peña “Hace dos días fui víctima del hampa en un bus, mientras atracaban le apuntaban a mi hijo de nueve meses con una escopeta en el pecho, tuve que entregar todo lo que tenía. En menos de un mes me han robado dos veces y no se ve ni un policía por ningún lado”.

Gladys Pérez “Casi no hay policías y los poquitos que se ven por ahí no hacen nada. Uno sale a la calle puro pendiente de eso, de que no me vayan a robar y qué puede hacer para defenderme. Prácticamente uno anda todo el tiempo con el corazón en la boca, con angustia”.

Ramón Laguna  “Se puede decir que la inseguridad ha aumentado mucho. De hecho las paradas del centro de Valera son una guillotina, todo el tiempo están robando a la gente. El hampa está insoportable. La solución es que el Gobierno tiene que poner mano dura con eso”.

Néstor Durán  “Cada día la inseguridad es peor, muchos robos en las busetas, en las calles, en las mismas casas, la gente vive preocupada. El Gobernador y el Alcalde tienen que ponerse más pilas con ese tema. Las leyes existen pero si no las hacen cumplir no sirven de nada”.

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